Bruce Yamada.

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—Entonces si vendrás a mi partido?— preguntó Finney a su mejor amiga.

—Si, ya pedí permiso, me lo dieron de inmediato. Mis papás te aman.— rió Liv.

—También amo a tus padres, sería fantástico vivir con ellos.— respondió Finney también riendo.

La última frase hizo latir el corazón de Liv rápidamente.

¿Eso significaba algo? ¿Finney también sentía algo por ella? No, de seguro son ilusiones.— pensó Liv.

—Bien entonces te veo después.— dijo Finney.

—Si, desayuna rico.— le deseó Liv.

Después de eso, fueron a receso. Liv fue con su amiga Gwen, la hermana menor de Finney, su mejor amigo y enamorado secreto. Ella sabia muy bien que a Finney le gustaba Donna, pero en su interior pensaba que algunas frases o cosas que decía/hacía Finney eran una señal de que también le gustaba.

—¿En que piensas Liv?— preguntó Gwen.

—Ah, no en nada...— respondió Liv suspirando.

Liv apartó la mirada de Finney, alertando a Gwen.

—Debes olvidarlo.— dijo Gwen rodando los ojos.

—No es tan fácil.— dijo Liv dando un mordisco a su lonche.

—Hay más chicos en el mundo aparte de Finney.— dijo Gwen apuntando a todos lados.

—Pero ninguno es Finney, ninguno juega baseball además de ser tierno, amable y lindo.— respondió Liv.

Todo se quedó en silencio, dejando a Liv desanimada y a Gwen pensando en alguien perfecto para su amiga.

—¡Conozco a alguien así!— gritó Gwen rompiendo el silencio.

—¿De que hablas?— dijo Liv confundida.

—Bueno tu buscas a alguien que juegue baseball, sea tierno, lindo y amable, y yo te tengo la solución.— dijo Gwen emocionada.

—¿Y cuál es la solución?— respondió Liv interesada.

—¡Bruce Yamada!— respondió Gwen estirando sus brazos hacia arriba.

—¿Quién es Bruce Yamada?— preguntó Liv.

—¿Enserio no lo conoces?— preguntó Gwen y Liv negó con la cabeza.— Juega baseball, es del equipo contrario de Finney, tiene la misma edad que tú, va en esta escuela y es súper guapo además de tierno y amable.

—No es mala idea, pero ni siquiera lo conozco.— dijo Liv.

—Mañana Finney juega contra él, es tu oportunidad.— dijo Gwen feliz.

—Está bien supongo, voy al baño por cierto.— avisó Liv y se dirigió al baño.

Estaba caminando y vio a Finney observando a Donna como siempre, pero ella ahora ni siquiera presto atención, algo cambió. Ella iba pensando en ese tal Bruce Yamada. ¿De verdad sería tan guapo? Si Gwen lo decía así, lo más probable es que sea demasiado feo.

Al fin llegó al baño, pero la chica iba tan distraída en sus pensamientos que entró al baño de chicos inconscientemente. Al estar ahí levantó la vista y se encontró con un chico demasiado guapo.

—¡Dios lo siento mucho!— gritó Liv tapándose la cara.

El chico terminó de secarse las manos y habló.

—¿Qué hace una chica en el baño de los chicos?— preguntó ese chico.

—Ah, yo- venía distraída.— respondió Liv nerviosa.

One Shots Multifandom I.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt