—¿Se enfermaron? ¿Están seguros? ¿Se hicieron la prueba? ¿Cómo se contagiaron? —Denise tuvo problemas para que su voz sonara tranquila, estaba poniéndose los huaraches para ir a comprar su desayuno cuando recibió la llamada.

—Probablemente por la misa de los domingos —explico, la mujer—. Tu papá comenzó a sentirse mal hace unos días y lo traje para que se hiciera la prueba, todos nos hicimos la prueba —explicó—. Ambos salimos positivos, pero yo no tengo síntomas —La mujer soltó un suspiro—. Tus amigos ya se fueron ¿Cierto?

—Si, se marcharon hace unos días ¿Qué tiene que ver eso con todo? —preguntó, sintiéndose un poco mareado—. ¿Está bien mi papá?

—Si Denise, está bien, tiene que hacer cama, pero no amerita que lo hospitalicen. Igual un amigo suyo le consiguió un balón de oxígeno y le van a estar haciendo tratamiento —dijo, intentando tranquilizarlo.

—¿Necesita oxigeno? ¿Está ahogándose? —exclamó, sintiendo unas terribles ganas de echarse a llorar.

—¡Ya te dije que no! ¡Escúchame bien! —lo regañó la mujer—. Es sólo tratamiento preventivo —agregó, bajando la voz—. Como sea, voy a estar cuidando a tu papá, así que vamos a necesitar que cuides a Bebote, ya le hicimos su prueba y salió negativo —inquirió, sonando aliviada.

—Si, si, yo lo cuido, no te preocupes ma —dijo, encogiéndose en su lugar. Cualquier cosa que pudiera hacer por sus papás en esos momentos era de ayuda y Denise sabia toda la energía que consumía el cuidado de su hermanito.

—Bueno, vamos para allá en un rato, por favor limpia el tapete de tu hermano y hazle algo de comer —ella seguía escuchandose preocupada, seguramente le ponía ansiosa la idea de separarse del niño. Leslie no había ido al jardín de niños nunca, tenía dos años cuando inició la cuarentena y estaba por cumplir los cuatro en tres meses, además de eso era un niño muy peculiar, así que su madre lo cuidaba extra.

—Te espero en casa —murmuró.

—Llegaré en un rato.




La mamá de Denise apareció en la casa veinte minutos después, cuando él apenas había terminado de poner el resto del tapete en la habitación y estaba terminado de instalar el corral. Leslie usaba uno bastante grande y eso causaba que tuviera que mover los muebles de la sala para poder acomodarlo.

La mujer llegó una camioneta, estaba usando cubrebocas e iba en el asiento de atrás. Denise la saludó desde la barda y la mujer le devolvió el gesto, luego salió de la camioneta, puso al niño en el suelo y le dijo que fuera con su hermano. Leslie adoraba a Denise, así que corrió a sus brazos riéndose a carcajadas. El niño estaba usando una playerita que le quedaban grande, bermudas, sus huaraches y una mochilita en la espalda. Llevaba arrastrando también una maletita con rueditas.

—Le metí sus juguetes favoritos en la mochila, también algo de efectivo para que le prepares la comida, acuérdate de jugar con él y practicar las palabras, salúdame a Aquiles —La mujer parecía estar relativamente tranquila, pero Denise se dio cuenta que tenía los ojos rojos.

—No te preocupes mamá, nos vemos en catorce días —dijo, agitando la mano.

—Nos vemos Denise, cuídate mucho —y luego de aquellas breves palabras ella se marchó.

Denise entró a la casa con una sensación de depresión que le consumía el cuerpo, Leslie parecía feliz, pero él no sabía mucho de nada, tenía tres años. Suspirando lo puso en el suelo y el niño salió disparado hacia Aquiles, quien le recibió con besos y abrazos. El perrito tomó a Leslie de los hombros y se paró en dos patas para abrazarlo, el niño correspondió al gesto y luego ambos comenzaron a jugar entre ellos, dirigiéndose al patio lateral.

No habían pasado más de cinco minutos cuando escuchó un grito afuera.

—¡Denise! —Era Steve.

Lo primero que pudo pensar era que algo le había pasado a su hermanito, sin embargo, cuando salió el niño estaba corriendo con Aquiles sin parar, probablemente echando carreritas. En la barda Bobo miraba la escena con interés, aunque sin atreverse a unirse a ellos y también se encontraba Steve, sonriendo como nunca le había visto y sorprendentemente, sin barba.

—¿That's your little brother? It's cute has hell —El hombre se inclinó sobre la barda, observando a la criatura como si fuera lo más fascinante que había visto jamás.

—Si, es Leslie, se va a quedar dos semanas aquí —dijo, encogiéndose de hombros. No podía dejar de mirarlo, Steve no se veía como Steve sin su barba, era como una especie de versión rejuvenecida del mismo.

—¿Ocurre algo? —preguntó el hombre, haciendo una seña hacia Leslie. De inmediato, Denise recordó la situación de su familia y e deprimió.

—Mis papás se enfermaron de Covid —confesó, sin poder ocultar la preocupación que le invadía.

—¿Están bien? —Steve también se puso serio. Él se encogió de hombros en respuesta.

—Mi mamá dice que si, pero no sé —dijo, soltando un suspiro y cruzándose de brazos—. No se...

El silencio se hizo entre ambos, mientras Leslie se reía como si no hubiera mañana. Era un día soleado y tranquilo, pero la luz del día se sentía insuficiente.

—Lo siento —era lo único que Steve podía decir al respecto.

Denise le sonrió, negando con la cabeza.

—Está bien —dijo—. Se recuperarán, lo sé —espetó, aquellas palabras eran una forma de auto consuelo. 

Hola a todos, acá está el capítulo nuevo de esta historia

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Hola a todos, acá está el capítulo nuevo de esta historia. Espero que les haya gustado y nada, les dejo un picrew de Steve para alegrar el día. Ahí me cuentan bajo que contexto de imaginan que pasaría algo así. 😂

 😂

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