leaving.

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El perder a un ser querido normalmente te deja bastante afectado, lloras, sufres, evitas a la gente...Pero eso ya es dependiendo de cada quien.

Sidney lloro, si pero en cuando aquel niños flacucho junto con su hermana la vidente la fueron a visitar entró en un estado de trance. Agarró una mochila y comenzó a meter ropa en ella, toda la ropa que tenía en aquella casa vacía y fría la echo a su mochila. Sentía su cuerpo liviano, su corazón latía bastante lento, sus ojos se sentían hinchados.
Echo algunas camisas de su novio y cerró la mochila la cual parecía querer reventarse.

El silencio que había se sentía terrorífico, desde que el no estaba ese calor que había en aquel "hogar" se había desvanecido.

Sidney había llevado consigo todos los recuerdos posibles, aunque no era bueno aferrarse tanto a las cosas ella no podía evitarlo...Esa carta, la carta que cambiaría el mundo de ambos, la que cambió el mundo de ella pero no el mundo de ÉL.

Había muchos recuerdos aquella pequeña casa, recuerdos que dolían al sol de hoy. Aquellos recuerdos que perdurarían en el corazón de ella, el se quedó con lo único bueno de ella. Su último pensamiento fue ella y la esperanza de volver a verla, de llegar a casa sano y salvo y decirle "aquí estoy Sid, volví." El se quedó con la esperanza de volver a ver aquellos ojos que tanto soñaba durante su estadía en aquel sótano oscuro, frío y solo...





Un día antes se había pintado el cabello color rojo vino, sus ojos resaltaban más y ahora se hacía unas ondas en su cabello que lo hacían lucir con más volumen.
Sujeto bien la mochila en si hombro y salió de la casa, el sol se estaba ocultado así que tenía que apurarse a la estación de autobuses.

Lágrimas se acumularon en sus ojos, sentía sus manos temblar levemente y sentía una presión en su pecho que cada que se alejaba de la casa se intensificaba.

Ella volteó hacía atrás...


(...)

El sonrió hacia ella y se acercó, se posicionó entre sus piernas. —Me encantaría venir contigo aquí otra vez. —confesó.

—A mi también me gustaría. —asintió ella mientras ambos se iban acercando, sus narices rozaron provocando cosquillas en las manos de Sidney. —Me vas a besar o tengo que hacerlo yo.

El rió pero no hizo nada. —Muy bien niño bonito, lo haré yo. —sujetó sus mejillas con firmeza y estampó sus labios contra los de el. El la sujeto de la cintura y la bajo de la roca dejándolos a ambos en el agua. Ella enrolló sus piernas en la cintura de Vance para no perder el equilibrio, movió sus manos a su cuello pegándolo más a ella.

A falta de aire se separaron y dejaron sus frente unidas.

—Gracias por ganarme en pinball. —dijo el. Ella rio y besó su mejilla.

—Gracias por perder.


(...)

—Entonces, ¿este es tu santuario? —dijo la chica mientras entraba y veía la habitación del chico.

El cuarto era color gris con pósters de bandas de rock y metal, había dos guitarras eléctricas en la esquina y vinilos pegados en la pared.

—Eres la primera chica que traigo a mi casa. —dijo el.

Sidney negó y rió. —No te creo.

—Te lo juro. —aseguró.

Ella sonrió y lo abrazo por la cintura. —Gracias por dejar que me quede en tu santuario. —susurró.

—Cuando quieras.

—No digas eso por que lo tomaré enserio.

—Lo digo enserio Sid. —dijo el.


(...)

Sidney se volteó quedando boca arriba dejando a Vance acostado en su pecho.

—¿Me invitarás a desayunar? —preguntó ella con diversión.

—Mejor aún, haré pop-tarts. —dijo el.

—Adoro las pop-tarts.

—Lo se. —dijo el con tono divertido. Vance se incorporó en la cama. —Vamos. —la jalo de las muñecas y ambos salieron a la cocina.

(...)

Ya era de noche y Vance regresaba a Sidney a su casa, ella había insistido pues ella pensaba que sus padre se habían ido ya.

Estaban a unas calles de llegar cuando escucharon las sirenas de los policías. Bajaron la velocidad y se acercaron más a la casa Weller, había una patrulla en la casa y los padres de Sidney estaban en la puerta de la casa junto con su hermano.

—Vete. —dijo Sidney mientras se bajaba de la motocicleta.

—No te dejara sola.

—Vete Vance estaré bien, seguramente no es nada. —besó sus labios rápidamente y le entregó el casco. —Te veo mañana, te amo.

(...)




Sonrío al imaginar cómo se iba de ahí con Vance de la mano, cerró los ojos y dejó salir sus lágrimas.

"You don't have to be sorry for leaving and growing up"












Llegó a la estación de autobuses, compró un boleto y no tardó mucho cuando ya estaba abordando es transporte.

Tomó asiento en uno de los lugares de hasta atrás, dejó su maleta en el lugar vacío.

—Viviré por nosotros rubio...

BETTER THAN REVENGE, Vance Hopper (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora