BETTER THAN REVENGE, Vance Hopper (terminada)

friend?

Sidney estaba sentada en la sala de espera de la comisaría, su pierna subía y bajaba con ansiedad. No sabía por que la habían llamado, la gente de la comisaría estaba como si nada, yendo de aquí para allá sin importarles NADA. Ella tenía los nervios de punta, ¿habían encontrado a Vance? ¿Tenía una pista? ¿Que estaba pasado?

El sonido de la campanilla de la comisaría sonó, ella levantó la mirada y vio la cabellera azabache que por tantos años vio. Sabrina Colleman entró, sus ojos rojos, sus ojeras, su ropa gris, su brillo de siempre no estaba se veía devastada. Caminaba como si de un zombie se tratara, sorbía la nariz, no volteó hacia Sidney y sentó a lado de ella con su mirada perdida.

Sidney la observo con extrañeza. —Hola. —saludó ella.

Sabrina volteó con pesadez y sonrió de lado al ver a Sidney.

—Hola. —dijo con la voz entrecortada.

—¿Que haces aquí? —preguntó directamente. —¿Estas bien? —siguió.

—Los detectives me llamaron, mi novio desapareció hace tiempo y aún no lo encuentran. —explicó con un nudo en la garganta, sus ojos se llenaron de lagrima otra vez.

—¿Quien es?

—Bruce Yamada.

—El mío fue el tercero. —contó Sidney. —Vance Hopper.

—Lo siento mucho. —Sabrina en verdad la comprendía, cada una llevaba su duelo de forma diferente. Sabrina tenía el apoyo de sus padres y los de Bruce, en cambio Sidney no contaba con nadie.

Por primera vez en un largo tiempo Sidney lloró en frente de alguien, al ver como estaba Sabrina la hacía reflejarse a si misma. Ella también se sentí así pero no quería demostrarlo, estaba cansada de fingir tener todo bajo control.

Sabrina sujeto la mano de Sidney con delicadeza y la apretó. —Estarán bien, son fuertes. —se refirió a sus parejas. —Se que Vance esta bien y aún tengo esperanza con mi Bruce. —asintió con dolor en su pecho.

—Volverán...

—Lo harán Sid. —ese apodo, solo Vance solía decirle así. Su corazón no aguanto más y solo un sollozó, necesitaba sacarlo no había tenido con quien hacerlo.

Sabrina sujeto a Sidney por los hombros de manera maternal y la consoló, sabía que ella no tenía a nadie. Para suerte de la pelinegra estaba apoyada por muchos y sabía lo mucho que Sid necesitaba ese soporte.

Una señora junto con una niña entraron a la comisaría. Ambas tomaron asiento pero uno de los detectives no tardó en salir.

—Pueden pasar. —anunció el.

Sabrina, Sidney, la mujer y la niña se levantaron de sus asientos y siguieron al detective.
Entraron a la oficina y tomaron sus lugares.

—Muy bien tenemos a...Sidney Weller, pareja de Vance Hopper. Sabrina Colleman, pareja de Bruce Yamada. Señora Quinn, madre de Anya Quinn y representante de la familia Blake y la familia Arellano. Sofia Sandoval, pareja de Robin Arellano. ¿Es correcto?

Las cuatro asintieron.

—Muy bien quiero darles algunos detalles, aún no tenemos demasiada información sobre "el raptor" sin embargo tenemos algo de ayuda que no está dando más material para seguir buscando. Aún no sabemos si lo niños vivos o muertos, no puedo garantizarles nada pero dado el corto periodo de tiempo qué pasa entre una desaparición y otra puede que estén vivo. No quiero darles esperanza pero haremos todo lo posible por hacer esto rápido. —dijo un policía. —Necesitaré que me confirmen algunas historias que nuestra fuente nos dijo, pasarán una a una y les preguntaré lo que necesito.

Todas estuvieron de acuerdo, todas salieron a excepción de Sidney.

—Señorita Weller, el día que Vance desapareció usted estaba en su casa. Una noche, antes sus padres la castigaron y no la dejaron salir. Impidieron el uso de teléfonos o medio de comunicación entre usted y su pareja.

—Cierto.

—Su hermano hablo con el encargado de "Ellison" y le dijo que Vance la estaba buscando.

—Cierto.

—Pero el nunca le dijo a él encargado nada de usted.

—Cierto. —asintió con un nudo en la garganta.

—Vance usaba siempre un collar color azul echo con hilos, tiene una pequeña perla color azul en el medio.

—Cierto.

—Bien, es todo. Gracias. —dijo uno de los detectives.

Sidney salió, nadie sabi esas cosas. No le había contado a nadie de forma tan detallada lo que había sucedido aquel día.

La siguiente en pasar fue Sabrina, aún sentía esa pesadez en el cuerpo que no la dejaba avanzar. Sidney la ayuda a llegar hasta la oficina y la sentó.

—El día que Bruce desapareció no estabas con el.

Sabrina asintió.

—El ganó su partido de baseball, se fue en su bicicleta diez minutos después de finalizar el partido. Usted no llegó y el se fue solo.

Un nudo se formó en la garganta de la chica, el sentido de culpa la invadió.
Volvió a asentir con dolor.

—Encontró su bicicleta tirada a un lado de una esquina, el manubrio estaba doblado. Corrió hasta la casa de los Yamada y ahí pidió ayuda.

Sabrina no decía una palabra, los deja vu de esa trágica mañana la atormentaron. Solo se limitó a asentir. El dolor en su pecho crecía, quería a Bruce de vuelta.

El detective le indicó que saliera, ella con trabajo salió. Sidney la ayudo y ambas se sentaron juntas.

Si saberlo ellas eran el apoyo que les hacía falta, el tener a alguien que las entienda, el tener a alguien con quien llorar sin importar nada.
Sabrina y Sidney eran la una para la otra, desde ese momento todo cambio para ellas.