Huye Conmigo Aries [Todobaku]

5. Piscis

Piscis - Ciervo (animal acompañante)

Como los ciervos, los regidos por Piscis son compasivos, tranquilos y abiertos.

Una de las principales cosas que valoran en la vida es poder encontrar su tribu y rodearse de personas de ideas afines.

También son sensibles y tímidos como los ciervos. No responden bien a personas u opiniones que son duras, ofensivas o vulgares. Las personas cercanas a los regidos por Piscis saben que deben acercarse a ellos en silencio y con calma para que no se alejen.

Había pasado un par de horas o quizás unas cuantas más, cuando despertó, todo estaba tan tranquilo que no tenía ganas de moverse, tal vez ya se le estaba contagiando lo holgazán de sagitario; abrió lentamente sus ojos y allí, tan calmado y al parecer igual de cómodo que él, estaba aquel que indudablemente le gustaba.

Soltó un suspiró a pesar de todo el desastre que Katsuki y Shoto habían desatado, admiraba el valor que tuvieron al ser tan abiertos con sus sentimientos entre ellos, pero lamentablemente él no podía, o más bien no se atrevía.

Ya llevaba tiempo pensando en ello y sin duda alguna tenía muchas ganas de decirlo, de contarlo, de gritarlo, pero su maldita cobardía no se lo permitía, sumado a que los mundos del zodiaco se podrían desequilibrar aún más, aunque en realidad pueda que no, después de todo no planeaba huir como Aries y Escorpión, suponía que esa decisión extrema la habían tomado simplemente porque querían ser libres de poder amarse, sin oír hasta el cansancio que lo que hacían estaba mal, él nunca pensó eso, pero no dijo nada a su favor.

Sinceramente, los envidiaba. Y hasta cierto punto se sentía un poco culpable por todo lo que estaba sucediendo con ellos, no es que él haya sido el causante de la desaparición de uno y el encerramiento del otro, pero tampoco les brindó un apoyo durante todo este tiempo.

Volvió a suspirar, son varias veces ya, las suficientes para despertar a aquel que estaba a su lado, o al menos para que este medio consciente, algo que ocasionó que emitiera un ligero ronroneo como los que Nox hacía cuando estaba feliz.

Subió su mano y le acarició lentamente la mejilla y en respuesta el contrario acomodó su rostro en su palma, seguramente porque no estaba del todo despierto y al sentir una sensación agradable, no dudo en hacerlo. La calidez que sintió provenir del rubio hizo que se sonrojara, tanto que casi igualaba el color de su cabello.

Sin embargo, aquella vergüenza duró más bien nada, pues recordó lo que callaba en su interior, su sonrisa se volvió algo amarga y apartó la mano rápidamente, para después mover ligeramente al chico de cabellera dorada con tal que despertara.

Denki al sentir el leve movimiento terminó por reaccionar y se levantó de golpe, su idea no era precisamente quedarse tanto tiempo en el mundo de Aries, se supone que solo iba por unas cuantas plantas y luego regresaría, quién diría que su plan de descansar lo terminaría haciendo al aire libre y con Piscis de compañía.