BREAKING DAWN 1

1.2K 112 3
                                    



Una sonriente Alices miraba como Bella trataba de caminar con las zapatillas que utilizaría mañana, el día de su boda seria en unas cuantas horas y la humana no podía con sus nervios y ansiedad y para que negarlo, también estaba algo asustada, temía hacer algo mal y quedar en vergüenza delante de todos los invitados porque a Alices el pareció una buena idea invitar a casi todo Forks, justo ahora se arrepentía de dejar todo a manos de Alices.

Luego de su practica Alices le dijo que se fuera a casa porque mañana seria un día importante, pero hecho un ultimo vistazo a su prometido quien estaba viendo todo desde la ventana de la hermosa casa de su suegra, despidiéndose de Alices salió rumbo a su camioneta y se fue. Edward llego junto a su hermano con una sonrisa de burla en sus labios, el castaño al verlo lo miro confundido.

--¿De qué te ríes? –Pregunto.

--De tus pensamientos. ¿En serio crees que Bella sería capaz de irse justo ahora? –Michael lo miro con algo de pena. A los pocos segundos llego la pareja del cobrizo dándole una palmada en el hombro.

--Si yo fuera Bella, lo haría, créeme—Dijo Lion poniendo más temeroso al castaño—De seguro Bella se lo ha de estar pensando en este momento—Cerro sus ojos y fingió ver a Bella—no, aguarda, ¿qué es eso? Dios, esta platicando con su padre nerviosa, parece asustada, hay Dios, esta haciendo una maleta, Michael está planeando irse, te va a dejar—Dijo con nerviosismo fingido

--¡YA! –Grito haciendo reír a la pareja. El castaño los fulmino con la mirada a ambos, pero ellos en cambio se fueron de ahí como las almas inocentes que eran. Carlisle que vio y escucho todo, los mira con una sonrisa mientras negaba con la cabeza.

--Dejen a su hermano en paz—

--Nosotros no hicimos nada—Dijo Lion "inocentemente" mientras subía a su habitación tomando la mano de Edward. Al llegar a su destino cerro la puerta y se dejo caer en la enorme cama que tenia boca arriba. Edward lo siguió poniéndose a su lado.

--¿Vendrás con nosotros? –Pregunto Edward mientras empezaba a besar el cuello de su pareja. El pelinegro sonrió.

--No, Alices quiere que le ayude a terminar de arma la parte de afuera, mientras que Rosalie y Esme van por el vestido a Seattle—El pelinegro sintió cuando su novio empezó a acariciar su trasero—Alto ahí tigre, no pienso hacer eso contigo, teniendo a Emmett a unos cuantos metros de aquí—

--Mierda—Dijo Edward dejando de hacer lo que hacía, pero sin mirarlo solo descansando su cabeza en el hombro de su prometido—A veces odio que no puedo hacer lo que quisiera contigo. Juro, prometo y aseguro que cuando menos te lo esperes te hare gritar mi nombre de nuevo—Edward mordió un poco sacándole un jadeo al pelinegro y una risa.

--¿Enserio? –Reto el pelinegro.

--Totalmente, veras que vas a pedirme más —Edward beso sus labios volviendo a acariciar el trasero de su novio. Pero la voz chillona de Alices los interrumpió.

--Yo que tú, debemos ir porque si no, creo que una semana de compras en Paris no le serán suficientes—Edward suspiro y maldijo de nuevo. Un día, un día de estos tendría el milagro de volver a tener el cuerpo de su novio de nuevo.

El pelinegro se levanto riendo y fue con su hermana dejando a su prometido en la cama sentado viéndolo de mala gana, le aventó un beso antes de salir del cuarto. El cobrizo sonrió y negó, amaba a su pequeño pelinegro, y tenia unas ganas de inclinarlo contra algo y follarselo como nunca. Bien, debía calmarse o lo valdría un reverendo pepino ir por él y traerlo de regreso al cuarto y hacerle el amor con todos ahí presentes.

CREPUSCULO ||| EDWARD CULLEN X OCMALEWhere stories live. Discover now