Capítulo 39

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Rachell Bail.

Ya de camino a casa el cielo ha oscurecido un poco, y Adriel no deja de mirarme acusadoramente.

— Ya ¿ahora qué hice?— pregunto disgustada.

"Yo igual"— dice él en forma de burla.

— ¿Eh?

— No iremos Rachell.

— ¿Qué?

— Que no iremos a pasar la noche en la escuela, ¿Estás loca? Podríamos ir a la cárcel si nos descubren.

No lo harán mi querido Adriel.

— Ay no seas aburrido... Nadie nos descubrirá, solo será una noche divertida con nuestros amigos— él estaciona su auto frente a mi casa, y me mira cansado.

— Lo pensaré, pero sabes que no me gusta la idea.

— Solo relájate un poco, será divertido y excitante— digo mientras muerdo mi labio inferior y él sonríe con lujuria.

— Me has convencido— yo doy un pequeño salto de emoción.

— Mañana a las 11:00 pm— él rueda sus ojos y asiente rápidamente.

— A esa hora estaré aquí.

¿Ven lo fácil que se puede comprar a un hombre solo con ofrecerle sexo?

Son débiles y siempre ceden a la tentación... Por eso hay que ser duras de corazón, porque sexo te lo da cualquiera.

Pero ¿Quién te da cariño? ¿Atención? ¿Amor? 

No todos los hombres son capaces de eso, todos caen por sus ojos pecaminosos que los llevaban por el camino de la perdición.

Valórense.

Naaaaah, cojanse  a los que puedan, igual la vida es una sola.

Entro a mi casa a preparar todo para mañana.

Mañana es el día en el que marcaré un antes y un después en mi vida, mañana cumpliré con el plan que tanto me costó armar...

Respira Rachell todo saldrá bien, todo saldrá bien.

En mi bolso guardaré solo la ropa que usaré ya que Augusto y Aarón estarán allá con el cargamento más pesado.

Me acuesto y solo miro al techo y sonrío.

Pero de verdad...

Hace mucho que no sonreía con sinceridad, estoy harta de tanto actuar, de aparentar algo que no soy, quiero que todos sepan que no soy una ingenua... 

Soy Rachell Bail y voy a matarlos a todos de la manera más sangrienta que pueda existir.

***

— ¿Se imaginan que Fiona se pierda?— dice Logan mientras comenzamos a caminar hasta la entrada de la escuela.

Entrada improvisada por supuesto.

Melissa dijo que sabía sobre una puerta que siempre estaba abierta ya que tenía la cerradura mala, y solo la cerraban ajustándola con una mesa para hacer presión.

— Ni en tus sueños, hasta perdida mi esencia quedaría aquí— dice Caro con Orgullo.

— Es por aquí— indica Melissa, mostrándonos el camino con la luz de su linterna.

— Por cierto ¿por qué solo Melissa tiene su linterna encendida y nosotros no?— pregunta Caro.

— Paro no ver lo horrible que eres— bromea Logan.

Tecla a Tecla (Libro I)Where stories live. Discover now