Tecla a Tecla (Libro I)

Capítulo 35

Rachell Bail.

— Sabes que te amo— él besa mi frente.

— Lo sé, porque yo también te amo Ojitos. Mañana te recogeré después que salgas del instituto.

— Está bien querido novio— Adriel ríe y yo me acerco y lo beso lentamente.

Sé que suena tonto pero lo extrañaré estás ¿qué? ¿12 horas?

No me juzguen pasé toda la semana con él, cómo podría no afectarme.

Me bajo del auto frente a casa de Caro.

Hoy viene ya que ella acaba de llegar de su viaje a la playa y bueno Carolina están persistente que literalmente me rogó por el teléfono para que viniera a verla.

Apenas toco la puerta ella aparece a recibirme.

— Vamos Rachell entra, tengo tantas cosas que contarte.

Caro me dirige a su habitación y cierra la puerta estrepitosamente.

— ¿Caro por qué tan ansiosa de contarme esto?— ella me mira con una sonrisa inocente en su rostro.

— Claro, ya entiendo, tú no vas a contar nada... En cambio yo sí— ella aplaude en victoria y agranda su sonrisa.

— Digamos que acertaste, es decir, quiero saber todooooo Rachell— yo suspiro.

— ¿En serio me hiciste venir hasta aquí solo para contarte algo que claramente te puedo decir por llamada? porque mañana, por si lo olvidas comenzamos clases y no he arreglado nada Carolina.

— Ay Rachell no seas aburrida, anda cuenta.

—Bueno él lo hizo, lo hizo para volver a marcar "territorio" y creo que lo consiguió, nadie comprende nada y nadie sabe nada... Ni siquiera los agentes, por lo que pude escuchar atraves de la puerta de la oficina del papá de Adriel.

— ¿Y él?— frunzo el ceño.

— ¿Quién?— pregunto.

— Pues Adriel, ¿no sospecha nada?

— No lo sé, lo que sé es que casi se mata— Caro abre los ojos como plato.

— ¿Casi qué?

— Se mata Carolina, no está muy estable.

El sonido de mi teléfono interrumpe nuestra conversación, lo extraño es que es un número desconocido...

— Hola— digo contestando con voz baja.

— Hola preciosa — giro los ojos al darme cuenta de quién es.

— ¿Qué quieres?— él ríe.

— Siempre tan amargada. ¿Qué te parece si tenemos una cita?

— Pues me parece absurdo tener una cita contigo.

— Bueno te lo pondré de otra manera, qué te parece si vienes a la casa de Taylor o la cabeza de tu querida amiga volará— siento la sangre hervir por mis venas.

¡Siempre Aarón y sus ridículas amenazas.

Joder es su hermana de quién habla... ¡Él no lo puede hacer!

—Dame la dirección.

— Así me gusta preciosa, siempre obediente a mí. La dirección te llegará en un mensaje anclado a Google maps.

Corto la llamada sin decir nada y Caro me mira desconcertada.

—¿Qué pasa Rachell?

— Tu hermano pasa Carolina— veo como ella se pone nerviosa.