«TORMENTAS, ARCOÍRIS Y OTROS PAISAJES»

💞𝚂𝙾𝙼𝙾𝚂 𝙰𝙼𝙾𝚁💞

Segunda parte de amor o amistad

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Emilio siempre ha sido una persona demasiado perfeccionista. Le causa cierta incomodidad ver algo fuera de lugar, así sea lo más mínimo, tenía que acomodarlo.

Pero... ¿Cómo le haría para acomodar el crop top que Joaquín trae puesto?. Ese pequeño dobles le está colmando la paciencia desde hace ya varios minutos.

Está nervioso, se siente muy, muy nervioso. No sabe exactamente la razón; pero el simple hecho de saber que existe la ligera posibilidad de tocar su piel con tan solo un ligero roce, lo hace sentir nervioso a sobremanera.

—Emi— la voz de Joaquín llamándolo lo trae de vuelta a la realidad —¿puedes ver si en esta lista me falta algún documento?.

Estaban en la habitación, a medio ordenar, de Joaquín. El castaño iría hoy a las oficinas de la escuela de Emilio, pues al siguiente día, si todo sale bien, comenzará sus clases junto al rizado.

—Según esto sólo falta tu acta de nacimiento— responde leyendo la lista —ya marcaste que tienes todo.

—Si, esa está... Aquí. ¿Me acompañas?— lo mira con una sonrisa tierna mostrando sus dientes —porfi, siento que si vamos los dos será más rapido y después podemos llegar y terminar de arreglar mi habitación.

—Sabes que si— ambos se sonríen, pero nuevamente la mirada del rizado cae en la cintura del menor, justo en el maldito dobles.

—¿Estás bien?— cuestiona Joaquín poniéndose de pie tomando sus papeles del escritorio.

—Si, sólo que... — mira a Joaquín sin saber que decir —tu... tu crop top...

Joaquín frunce el seño al no entender lo que Emilio quiere decirle.
Emilio, al ver que Joaquín no entiende, con ayuda de su dedo pulgar e índice, toma el borde de la prenda y tira un poco de ella para deshacer el dobles.

—Oh— Joaquín sonríe. Había olvidado el prefeccionismo de Emilio. —gracias.

Emilio asiente y ambos salen de la habitación. Sus corazones latiendo a mil por hora; ese pequeño roce de los dedos de Emilio con la piel expuesta de la cintura del ojimiel causaron una sensación de corrientes eléctricas recorrer sus cuerpos de pies a cabeza.

¿Qué significaba eso?.

¿Por qué esos repentinos nervios de estar junto al otro?.

¿Por qué esas ganas de besarse que tenían desde que se vieron a penas se reecontraron?.

—¿Ya te vas cariño?— cuestiona la madre de Joaquín al ver a ambos chicos bajar de la habitación del mencionado.

—Si ma'— responde dándole un beso en la mejilla a su madre —Emi me va a acompañar. Nos vemos al rato.

—Vayan con cuidado, chicos— grita antes de que Joaquín cierre la puerta —¡los quiero!

—Creí que tu mamá nos acompañaría— menciona el rizado colocándose a lado de Joaquín para comenzar a caminar.

—Nop, me dijo que quiere terminar de ordenar la cocina— ríe un poco —ya se hartó de la pizza que papá pide para cenar desde que llegamos y sólo va un día.

Ambos chicos ríen y siguen caminando.

Joaquín no había mentido al decir que su madre quería ordenar la cocina, eso es totalmente cierto, pero hay algo importante que quiere hablar con el rizado y necesita estar a solas con él. No diría que le pidió a su madre que se quedara para permitirle un espacio de estar solo con Emilio y que su madre había aceptado feliz.