❄⛄𝚄𝙽𝙰 𝙽𝙰𝚅𝙸𝙳𝙰𝙳 𝙵𝙴𝙻𝙸𝚉⛄❄

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JOAQUÍN

Este es el diciembre más frío que he vivido en mucho tiempo, bueno, si mis 19 años entran del rango de "mucho tiempo".

La navidad está cada vez más cerca y mis compañeros ya han comenzado a hacer sus maletas para ir de visita con sus familias. Han terminado bien el año escolar y han comprado los regalos para cada uno de sus seres queridos, incluso, algunos han comprado presentes para sus mascotas.

—¿Y tú Joa?— me pregunta Lena, mi mejor amiga.

Ella viene de Alemania y, a diferencia de mi, sus padres la mandaron a este internado porque ella se los pidió.

—¿Me repites tu pregunta?— sonrió apenado, pues no escuché el tema del que hablaban por estar viendo a todos emocionados con las próximas fiestas decembrinas.

—Últimamente has estado muy distraído, Joa— menciona Daren. Él es de Nigeria y al igual que Lena, llegó aquí porque este lugar es el único que tiene un buen prestigio en cuanto a la carrera a sus intereses.

Bajo la mirada triste, aunque más que nada, es molestia lo que siento.

—Mis padres me han dicho que visitaran a una tía mia en Bolivia— suspiro terminando mi almuerzo —Ellos habían prometido llevarme a Venezuela a ver a mi abuela.

—¿Y que hay de malo en eso?— cuestiona confunda Lena.

—Que ellos no planean llevarme a mi— respondo —y mi hermana me ha llamado para decirme que mis padres no irán verdaderamente a Bolivia, ellos van a celebrar navidad en Canadá, mi hermana rechazó su invitación y ella se va a quedar en Viena en su escuela junto a sus amigas— limpio una lágrima traicionera que sale de mis ojos —ellos no me quieren, chicos. Me dejaron aquí en este maldito internado en contra de mi voluntad. Yo quería estudiar en México, en mi país, pero con tal de deshacerse de mi, me mandaron hasta aquí, a Italia y a hermana la han mandado hasta Viena, todo lejos de nuestro continente. A ella no le importa tanto, pues es la mayor y ella si tuvo cierto afecto por parte de ellos, pero a mi siempre me han dejado a un lado.

—¿No quieres pasar navidad conmigo en Nigeria?— me ofrece Daren.

—Te lo agradezco, Dari— contesto y tomo un momento su mano por encima de la mesa —, pero mi padre le ha pedido al Director que no me dejen salir de aquí, te digo, no me quiere. Prefiere tenerme encerrado a tenerme a su lado.

—Me quedaré contigo, castañito— dice Lena, segura de lo que dice.

—Gracias, linda— sonrío —pero recuerda que esta navidad tu tio sale del hospital y es la primera vez que lo verás después de tanto tiempo.

—Oh, lo había olvidado— su semblante se vuelve triste —. No quiero que te quedes solo, Joa.

—No se preocupen por mi, chicos— sonrío para tranquilizarlos —. No es la primera vez que paso navidad solo, así que estaré bien, sólo diviertanse por mi, ¿si?

Ambos se miran poco convencidos de mis palabras y no los culpo porque ¿a quién le gusta pasar navidad solo?

—Está bien— terminan por aceptar, pues saben que no me quedaré tranquilo de saber que no pasarán navidad con sus familias por mi culpa.

La campana anuncia el fin del almuerzo, tenemos que regresar a nuestras últimas clases del año.

Nos levantamos para dejar las bandejas en la barra y salimos de la cafetería. Vamos caminando por el largo y frío pasillo del colegio para ir a nuestra respectiva aula. Voy tan concentrado en lo que Daren nos cuenta sobre lo que su familia hace en Nigeria durante la navidad, que sólo siento como alguien choca contra mi.

«TORMENTAS, ARCOÍRIS Y OTROS PAISAJES»Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum