Yo tenía un sueño.
Ideales, objetivos, metas; no importa cómo se denomine, lo único que sé es que trabajé arduamente por ello durante años.
Pero un día, las complicaciones me agotaron, el desánimo llegó y poco a poco mis esperanzas menguaron.
Los po...
Mi soledad no depende de la presencia o ausencia de gente... Odio a quien roba mi soledad, sin a cambio, ofrecerme verdadera compañía.
La frase no es mía, es de Friedrich Nietzsche, pero bien podría haber sido creada para describir mi filosofía de vida.
Aunque en muchos momentos he estado redada de mi familia y a cada paso que daba había alguien listo para hacerme de escudero, siempre hay ocasiones en las que te encuentras solo o para remarcar la diferencia, te sientes solo, así ha sido la mayor parte de mi vida. No es que sea desagradecida de la maravillosa historia que escribo con mis actos desde mi nacimiento, tengo privilegios vastos y una buena suerte pese a mis torpezas, pero... no sé.
Quizá al ser la hija mayor, traté hacerme autosuficiente para no desviar la atención hacia mí. No me gusta llamar la atención, preocupar a otros o cargarlos con mis problemas, por el contrario. Busco ayudar y aminorar cargas, me hace sentir bien, útil, que vale la pena seguir adelante, o eso fue algo aprendido de Adara desde pequeña, un mantra que yo adopté luego de su partida, misma que acrecentó dicho rasgo y también mi individualismo, en consecuencia la soledad igual.
