Cap. O8:

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La mañana siguiente, Jimin le contó a su hijo que Yoongi iría por él a la escuela y por Jimin de su trabajo, para hacerse la prueba de ADN.

—¿Me va a dolor mucho?.

Preguntaba el niño cuando su papi lo dejó en la entrada de la escuela.

—No, mi amor. Papi va a estar contigo, será solo como las otras veces, no te preocupes. Papá Yoongi también te va a cuidar.

Acarició sus mejillas con ambos pulgares, sonriéndole con mucho amor y cariño.

—Está bien, nos vemos más tarde, papi. Ten un buen día.

Asintió y se despidió con un fuerte abrazo.

—Tu igual, cariño, ¡esfuérzate!.

Jimin levantó ambos pulgares con una gran sonrisa.

—¡Si, papi!.

Y MinJoon desapareció por los adentros de la instalaciones.

[•••]

—Hola, pequeño. ¿Cómo te ah ido hoy?.

Yoongi le sonrió y tomó la pequeña mochila del niño, la cual si pesaba mucho.

—Muy bien, tuvimos un nuevo compañero hoy, hize un dibujo para papi en el receso.

Contó mientras su padre le abría la puerta del copiloto y lo ayudaba a subir.

—Que bueno, campeón. ¿Y para papá Yoongi no hay dibujo?.

Yoongi también quería un dibujo del niño, sintiendose un poco desganado, dió la vuelta a su auto y subió a su asiento.

—La próxima habrá una para tí, pero no sé qué dibujar.

Se sincero el niño, con un pequeño pucherito.

—Puedes hacer un dibujo de papi y MinMin para mí, así lo enmarco y lo cuelgo en mi sala.

Propuso, prendiendo el motor y viendo por los retrovisores si nadie estaba cerca.

—¿En serio?. Entonces la próxima te la daré, pero tengo que ver dónde lo pondrás, para decirte si queda bien o no.

El niño se asintió a sí mismo, pues, era muy buena su lógica.

—Eso me parece bien, ahora iremos a buscar a papi.

—Está bien.

[•••]

Ya una vez se estacionó en frente del local dónde trabajaba Jimin, bajó a su hijo consigo y lo llevó en brazos hasta estar cerca de la puerta del lugar.

Jimin apareció momentos después ya cambiado, su turno había acabado.

—Hola, mi amor. ¿Cómo estás, cariño?.

Jimin tomó a su hijo en brazos y le dió muchos besos en las mejillas y frente.

—Hola, papi, estoy muy bien. ¿Y tú?.

Río por las cosquillas que le producían los besos de su papi y se aferró a su cuello muy feliz.

—Estoy igual que tú, pero más feliz ahora que estás conmigo.

Se sincero el mayor, sonriendo con ternura para su hijo.

—Yo igual, papi.

Ambos se acercaron y se dieron un beso esquimal, muy suavemente.

Ah, Yoongi iba a morir de ternura. Parecían una familia muy feliz y unida.

—¿Nos vamos ahora?, ya tenemos que estar ahí dentro de veinte minutos.

Inesperado «YoonMin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora