IV

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Unos meses atrás.

La última persona se marchó hacía unos minutos. La pequeña fiesta que Olivia organizó fue un gran éxito. Sus compañeros estaban encantados por aquel detalle que los alejaba un poco de la universidad. Debían relajarse por las largas fechas de exámenes y ella les dio la mejor noche.

O al menos una en donde no se hablará sobre lo que pasaba en los salones.

Ahora se encontraba acomodando el desastre, mientras que su compañero estaba jugando en la Playstation. Le dijo como tres veces que lo haría él luego de un partido, pero ella lo ignoró. Después de todo fue su fiesta, aquello era su desorden.

Al igual que el resto, también estaba agotada. Había aprobado los últimos exámenes, a costó de largas noches de estudio, y no solo de este. Un pequeño detalle de algo que sucedió, y que prefería fingir que no pasó. Al menos su compañero hizo lo que ella pidió, darle un espacio.

Bostezo tres veces seguidas mientras barría, llamando la atención de su compañero, de nuevo. Está vez, sin poder hacerle caso a lo que ella dijo horas atrás.

Pauso la partida y la vio. Traía su cabello corto atado en un rodete, y ropa que no era de ella. Estaba seguro que esa remera verde era de él, y el short violeta con tachas de Zoe. Estaba convencido que más linda no podía verse.

A veces ocurría eso, en que se quedaba mirando, y se perdía en lo que su mejor amiga hacía.

Sacudió la cabeza sin dejar de sonreír.

—Bien jovencita, ve a la cama.— dijo este poniéndose de pie.—Te dije que lo iba hacer yo.

—No, ya casi termino.— respondió, mientras refregaba su mirada gris.—Me corresponde.

—Vamos Livs, te duermes de pie.— señaló.

Olivia lo vio, y este no dejaba de sonreírle. Le gustaba verlo en toda ocasión, pero cuando se encontraba relajado, sin nada que lo preocupase, era cuando más le atraía.

Ella notaba cuando él se le quedaba viendo, y estaba segura que él sabía como le gustaba verlo de esa manera. Eran miradas especiales, sin embargo el muchacho la seguía tratando como una mejor amiga. Pese a todo.

Hasta llegó a presentarle una potencial novia, y Olivia tuvo que ocultar mejor que nunca como le dolía verlo con alguien mas.

Y ahora estaba allí, viendola mientras trataba de poner en orden el departamento, y de alguna manera su cabeza.

—Marius, deja que lo haga.— insistió, sonando a capricho.

El muchacho camino hasta ella, tomó  la escoba para hacerla a un lado, y luego su mano.

—No me hagas usar la fuerza.— sonrió.

Los ojos de Olivia brillaron. No podía ponerle una razón a sus nervios, pero estaba segura que la principal era él.

Siempre era él.

—Uh que miedo.— se burló, tratando de no sonar tan nerviosa.

—¿Algo te pone nerviosa?— indagó el muchacho.—Tus ojos brillan, eso me agrada.

—Ya, detente —le dió una sonrisa tímida.

Pronto la poca distancia que hubo se hizo inmensa. Él volvió al sillón, y le dio unos toque al lugar de al lado. Alzó un mando, agitandolo para que entendiera la señal.

—Un partido. Si gano te vas a la cama. Sin que use rudeza extrema y sin rechistar.— dijo.—Eres la persona más competitiva que conozco, se que quieres esto.

Destinados. [Tales Of Arcadia, Au. Douxie X Oc]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ