you're my story (Draco Malfoy)

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—Haré como que no he escuchado eso. Te ayudo a buscar a George.— dijo esta con paciencia.
—Hm, lo que tú digas.— aceptó este encogiéndose de hombros.— ¿Y como estás?

—¿Bien? ¿Por qué?— preguntó esta de manera desinteresada.
—Por lo sucedido en los mundiales, Harry debe estar muy preocupado.— murmuró este.

Leah frunció el ceño. Theo no le había explicado nada sobre Harry. ¿Acaso le había pasado algo? Esperaba que no se hubiera metido en ningún tipo de lío.
—Claro... claro.— respondió ella intentando cambiar de tema.— Freddie, tengo que irme, suerte buscando a George.

Sin dejarlo terminar, se fue en busca de su hermano, lastima que en ese momento el tren ya había llegado a su destino. Ya estaban en Hogwarts por lo que la chica debería esperarse hasta llegar al comedor para hablar con él.

No perdió mucho tiempo y se sentó en su mesa. No sabía por que pero le gustaba que la mesa de Gryffindor y Slytherin estuvieran apartadas y tuvieran al lado a Ravenclaw.
—Leah, aquí.— le señaló Pansy un sitio a su lado.

Al otro lado de la peli negra se encontraba Draco el cual la miraba fijamente esperando a que se sentara.
—Merlín ayúdame.— se dijo a si misma yendo al sitio donde le indicaba su amiga.

—¿Donde has estado? No te he visto en todo el camino.— mencionó esta con gran alegría.
—Tenía que hacer cosas, si... tenía que preguntarle a Cedric una cosa.— dijo está rascándose la nuca algo nerviosa.

—¿No que tenías que hablar c on tu hermano?— preguntó de manera burlona Draco, apoyando su cabeza en la palma de su mano.
—Eh, si, pero después he ido con Cedric.— dijo está restándole importancia.

El platinado levantó las cejas y con aires de superioridad volvió a hablar.
—Que raro que Cedric haya estado todo el trayecto con su novia.— murmuró con intención de molestarla más.

—Que raro que me prestes tanta atención, ¿no crees Malfoy?— respondió ella ahora mirándolo con molestia.
—En el fondo te encanta así que no te quejes.

Leah quería morirse. ¿Como es que la actitud de este le parecía de repente tan insoportable? Rodó sus ojos y miró a otro lado, cortando esa conexión que habían creado en segundos, haciendo que todos volvieran a prestar atención en sus propios temas.
—Idiota.— murmuró para ella ahora mirando en dirección hacia la puerta.

—Bienvenidos a un nuevo curso escolar, aquí en Hogwarts. Me alegra volver a ver caras conocidas y nuevas caras. Antes de empezar, me gustaría anunciar un pequeño cambio.— empezó a decir el director llamando la atención de algunos.

Leah no obstante, se limitó a cerrar sus ojos mientras apoyaba su cabeza en la mesa y trataba de no dormirse.
—Me alegra anunciar que Hogwarts ha sido seleccionado como unos de los colegios que participará en el Torneo de los Tres Magos, junto con otros dos, que pasarán su estancia aquí, en Hogwarts.— siguió diciendo este.

Draco,quien también se aburría, miró de rojo a la chica y sonrió disimuladamente para si mismo al verla de una manera tan graciosa.
—¿Qué?— preguntó Pansy en susurro pensando que la miraba a ella.

—Nada.— respondió mirando a otro lado. Claramente sabía los sentimientos de la peli negra, pero no estaba interesado. No quería fomentar eso.

—Démosle la bienvenida a las señoritas de Beauxbatons. Venidas de la misma Francia.— anunció Dumbledore señalando la puerta del comedor, dejando ver a hermosas chicas, con uniforme azul cielo, caminando con gran elegancia hacia el centro.

Era de esperar que muchos chicos aplaudieran y pusieran celosas a las chicas que habían allí. Leah, no prestó atención. Solo pensaba en que iba a comer en el próximo día. Y que le apetecían unos buenos trozos de carne.

—¿No crees que Draco está más guapo?— le susurró la peli negra a la chica en el momento en que había más ruido.

La Slytherin levantó la cabeza de golpe para mirar sorprendida a su amiga la cual esperaba una respuesta. Tragó hondo en cuanto miró de rojo al platinado el cual aplaudía.
—No.

Pansy rodó los ojos bromeando y negó.
—Claro que si.— dijo mientras se reía.— Y si no, ¿quién te llama la atención?

—Y ahora, démosle una bienvenida a nuestros amigos del norte. Los estudiantes de Durmstrang, aquí con nosotros.— anunció el anciano dándole la bienvenida a chicos que empezaban a entrar por las grandes puertas.

Tanto Leah como Pansy miraron al los chicos sorprendidas de lo apuestos que eran.
—Oh cielos.— soltó la peli negra.

La chica por otra parte sonrió tímidamente al ver como Johnny la miraba y le guiñaba el ojo mientras caminaba hacia el centro del comedor.
—Ese. Ese me llama la atención.