Capítulo 26

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Grito y me agacho cuando veo que Billy no tiene intenciones de parar y me va a atropellar, pero entonces un coche aparece de la nada y le desvía hacia la derecha con una gran fuerza, dejando inconsciente al hermanastro de Max.

Suelto la pistola en el suelo y me dejo caer exhausta.

-¡Vamos, vamos!- grita Jonathan.

Robin y Steve bajan del coche que acaba llegar y Steve me ayuda a levantarme del suelo para subir al maletero del coche de Nancy, mientras Jonathan arranca y por fin nos vamos. El Azotamentes está subido en el techo del Starcourt así que nos ve irnos...y nos persigue.

Respiro deprisa, con bastante dolor en el estómago.

-¿Qué ha pasado?- pregunta Robin mirando mi camiseta ensangrentada, me dejo caer hacia atrás y mi espalda choca con el pecho de Steve, echo mi cabeza hacia atrás para apoyarme en su hombro.

-El puto bicho ese- me quejo, en mi voz se refleja el dolor.

-A ver, déjame ver- dice Robin levantando la camiseta un poco, por la mueca que pone no tiene buena pinta.

-Will, mira para delante- digo cuando se asoma para ver qué pasa, él me hace caso en seguida.

-No creo que empeore, pero necesitamos taparte la herida con algo- dice Robin.

-Donde estáis vosotros hay un par de pañuelos de tela- dice Nancy, es cierto que en el suelo hay tres o cuatro de esos, supongo que los tendrá ahí para alguna emergencia.

Robin hace un nudo para unir los cuatro pañuelos.

-Tranquila, vas a estar bien- me dice Steve al oído, eso me tranquiliza.

-Joder- digo cuando miro que por detrás nos sigue el Azotamentes muy de cerca- Jonathan, ve más rápido

Él me hace caso, el walkie que tiene Robin suena y Steve lo coge, es Dustin, pero no está hablando con nosotros.

-¿Me escuchas?- la voz de una chica suena por el walkie.

-Sí, aquí estaremos mejor. ¿Te sabes la constante de Planck?- pregunta Dustin.

-Vamos a ver, no sé nada de ti desde hace una semana, ¿y quieres que te diga una ecuación matemática que ya deberías saber para salvar el mundo?

Supongo que son los que están bajo tierra los que necesitan ese número.

-Prometo compensártelo más tarde, Suziepooh- dice Dustin, nosotros nos miramos.

-Suzie- dicen Robin y Steve a la vez, sabía que la novia de Dustin existía.

-Vale, ya está- dice Robin, me pasa los pañuelos por la espalda y consigue que den una vuelta, después empieza a atarlo.

-¿Y por qué no me lo compensas ahora?- pregunta Suzie- Quiero oírla

-No, ahora no es buen momento

-Vale, pues te quedas sin número

-No, no- le para Dustin- Está bien

-¿De qué están hablando?- pregunto.

Entonces Dustin empieza a cantar la canción de Neverending Story, después se le une Suzie y los dos cantan juntos. Los tres nos miramos con el ceño fruncido, qué buen momento para ponerse a cantar.

Justo cuando terminan de cantar, Suzie dice el largo número matemático y eso seguramente les sirva a los de abajo para su misión en la plataforma rusa, creo que Dustin dijo algo de un maletín en el que guardaban las llaves para hacer que la máquina dejase de funcionar.

-Está dando media vuelta- dice Steve.

-¿Qué?- pregunta Jonathan.

-Que está dando media vuelta- dice Robin subiendo el tono de voz.

-A lo mejor se ha cansado- dice Lucas.

-No lo creo- dice Jonathan.

-Si se ha ido...seguramente esté volviendo al centro comercial, eso solo puede significar que Eleven, Mike y Max siguen allí- respondo.

-Agarraos- dice Jonathan, da media vuelta con el coche, una vuelta un tanto brusca.

-Vale, cuando lleguemos nos centraremos en el plan de Lucas- dice Nancy.

-¿Plan de Lucas? ¿Qué plan?- pregunto.

-Fuegos artificiales, tenemos que tirárselos al Azotamentes para aturdirlo, eso seguro que le afectará también a Billy- dice Will, mis dos compañeros y yo asentimos.

Aunque la idea de hacer daño a Billy no me gusta, pero es la única manera de salvarlo.

Llegamos en seguida al centro comercial, y todas las luces que parpadean nos hacen saber que dentro no está pasando nada bonito.

-Tenemos que entrar por la parte de arriba- dice Jonathan.

Eso es exactamente lo que hacemos, entramos por ahí y caminamos un poco hasta llegar a donde han dejado los fuegos artificiales, caminamos agachados para que el Azotamentes no nos vea.

Cuando nos asomamos un poco a la barandilla, conseguimos ver a Eleven en el suelo, detrás de Billy, quien mira de frente al Azotamentes.

Cogemos los fuegos artificiales y con un mechero los encendemos.

-Azota esto, pedazo de gilipollas- dice Lucas lanzando el primero, el resto nos esparcimos por toda la planta de arriba y empezamos a tirarlos también, aturdiendo al bicho y a su huésped, el cual se retuerce de dolor y acaba en el suelo.

-¡Eh, aquí!- grita Steve, el Azotamente nos mira pero Robin y yo le tiramos los fuegos artificiales. Ahora Billy está encima de Eleven en el suelo, pero ninguno de los dos se mueve.

Por un momento pienso que ya está, que todo ha acabado y que el bicho dejará a Billy en paz, pero sé que eso no es así.

Me agarro a la barandilla para poder estabilizarme sin que la herida acabe por matarme.

Noto a Billy y a El llorando, ella tiene su mano en la mejilla de él y ese es el momento en el que sé que Eleven está hablando con el Billy real, no el poseído.

Al ver la escena, yo también lloro, porque sé que Billy lo está pasando mal y que esto le duele, que ha sido obligado a hacer esto y que no quería hacerlo.

Y por un segundo, también sé que se siente culpable por haberme tratado así en la piscina, que lo hizo por mi bien.

Mi corazón deja de latir cuando Billy se levanta y se pone otra vez frente al Azotamentes, tiene la mirada perdida, haciéndome saber que casi no queda rastro de Billy.

Dejo de tirar fuegos artificiales cuando sé que Billy está ofreciendo a Eleven, se la va a entregar al Azotamentes.

(3) Insecurities (Steve Harrington)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora