Jean intenta confesar su atracción hacia Olivia en una fiesta, pero por culpa del alcohol termina declarándose a su mejor amigo, Oliver.
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Cuando invitaron a Jean a la fiesta de una desconocida sabía que debía decir que sí, sobre todo porque ne...
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Hola! En este capítulo se narra cosas un poquito explícitas, si no te gusta puedes brincarte este capítulo e ir al siguiente, no te pierdes de nada que afecte la trama :D Muchas gracias por leer, agradeceríademasiado si dejasmuchos comentarios <3
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Apenas puedo pensar con claridad. Es como si mi cabeza hubiese desactivado todas sus funciones y solo hubiese dejado funcional la que está destinada específicamente a Oliver.
Mi cerebro no puede trabajar al cien por ciento y menos si tengo a Oliver sobre mí, repartiendo besos por toda mi mandíbula. Lo único en lo que pienso es en él, en su perfume impregnándose por todo mi cuerpo y en lo mucho que me gusta su aroma a canela; en su respiración agitada igual que la mía demostrándome que quiere esto tanto como yo; en la increíble sensación que me provoca sentir sus labios encima de mí y en la desesperación que noto con cada húmedo y desastroso beso; en lo mucho que me gusta él, su cabello, sus ojos, sus lunares, su cuerpo, él por completo. No hay ninguna sola parte de él que no me guste.
Me gusta desde los pies hasta la cabeza, desde la indiferencia que muestra con el mundo hasta la forma en que se las ingenia para tener mi atención, desde su tonto humor hasta la manera en la que sus ojos se achican cuando sonríe, desde sus cursis frases hasta las que hacen que yo pierda la cabeza. Me gusta él, y su sonrisa, y su risa, y su voz, y su boca y los jadeos que salen de ella cuando lo toco. Maldición, me gusta todo el paquete completo.
Oliver es todo lo que me gusta. Antes, ahora y en el futuro, no quiero a nadie que no sea él.
El aire se atasca en mis pulmones y la mente se me pone en blanco en cuanto Oliver regresa sus labios a mi cuello, ladeo la cabeza para que tenga acceso a esa zona y aprovecha la oportunidad para succionar mi piel con suavidad provocando que me estremezca y que la calidez que siento en mi vientre se expanda por todo mi cuerpo, en especial a mi entrepierna. El cuerpo me arde en todos los sentidos posibles, el calor de verano se queda corto en comparación con la calidez que siento en este momento; en mi interior hay un incendio, sus toques son el combustible que al mínimo contacto conmigo hacen que queme todo a su paso.
Me tomo el tiempo para perfilar sus brazos con las yemas de mis dedos, queriendo grabar cada mínima parte de él. Muerdo el interior de mi mejilla, desde mi posición él se ve tan grande. Lo acaricio con suavidad y supongo que debe de gustarle, pues se tensa bajo mis toques a la vez que comienza a ser un poco más brusco con sus besos en mi garganta. Sonrío, está claro que desea esto con la misma magnitud con la que yo lo deseo y hasta más.
Continúo recorriendo sus brazos y es impensable que la calentura se me suba solo por tocarlo, pero Dios, la camisa le queda bastante pegada al cuerpo y le queda tan bien que quiero arrancársela de un solo movimiento.
