La quema

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Narra Emma:

Ví la hora y ya era tardísimo, llamé de nuevo a Leo para que no se preocupase, le dije que una amiga mía se encontraba muy mal y sólo me tenía a mí, que iba a ir con ella y no sabía cuando volvería, él lo entendió.
Fui bajando las bolsas de una en una hacia mi coche, debido a las horas no había nadie y por esa zona no había cámaras, igualmente podría decir que era la basura de la fiesta.
Una vez estuvo todo en el maletero conducí hacia mi casa, donde me volví a duchar y me cambié la ropa por la mía, después metí la ropa que le cogí a Luca dentro de una de las bolsas llenas de pruebas incriminatorias y agarré una pala que metí en una bolsa para no llamar la atención y llevé en el asiento trasero.
Salí de casa de nuevo y conduje hasta perder de vista las cámaras, dirigiéndome hacia un depósito donde se quemaban cosas neumáticos (a pesar de ser algo totalmente ilegal y dañino para el medio ambiente), debido a su ilegalidad estaba alejado de donde la gente pudiera verlo, no habían cámaras y la mafia solía usar ese lugar para hacer quedadas no pacíficas o deshacerse de pruebas.
Llegué y aparqué lo más adentro posible de aquella zona, saqué las sacas y las tiré sobre un montón de objetos ardiendo. Para darle más velocidad eché una garrafa llena de gasolina encima.
Una llamarada enorme surgió y llegó tan alto que parecía que iba a tocar las estrellas.
Me alejé rápidamente para no quemarme y me senté sobre el maletero de mi coche esperando a que finalizase.
Extinguido ya el fuego con ayuda de unas barras que encontré por allí y guantes que me llevé puestos, arrastré los restos del cadáver que aún quedaban a una zona más alejada donde excavé un hoyo profundo. Eché allí los restos, los enterré y puse más basura de la que había por ahí desperdigada encima. Tiré la pala y los guantes a las llamas.
Me subí al coche y conducí de vuelta a casa esquivando las zonas con cámaras. Bajé del coche y me dirigí a casa.
Aparcado ya el coche en el garaje saqué mis productos de limpieza y limpié a fondo el maletero, decidí que al día siguiente iría a lavar a fondo el coche por restos de tierra incriminatorios que pudiesen haber quedado.
Le dejé un mensaje a Leo de que esa noche dormiría en mi casa y ya agotada me duche de nuevo y me fui a dormir.
Nunca me había lavado tantas veces de seguido.

EL CELOSO DE MI SUEGRO (+18)Where stories live. Discover now