𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆 𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑-𝐓𝐬𝐮𝐤𝐢𝐬𝐡𝐢𝐦𝐚+ 𝐔𝐬𝐡𝐢𝐣𝐢𝐦𝐚

Capitulo 4

Tooru recordaba la vez que Shizu se había ido a vivir con la abuela. En ese tiempo el se había alegrado tanto, pues su hermana pequeña siempre le imitaba en todo y lo seguía como una pulga.

Era un niño en ese entonces y a veces era bastante irritable. Pero ahora, extrañaba profundamente su relación.

Esa noche había tratado de esperar a su hermana en la casa para hablar de lo sucedido en el gimnasio pero la castaña tardó en volver que incluso se quedó dormido esperándola.

Ahora los papeles se habían cambiado, el trataba de acercarse a su hermana y está solo se alejaba lo más que podía.

—¿Shizu?

La castaña mira a Tooru con cansancio en cuanto abrió la puerta sin tocar previo.

—No quiero hablar— corta la chica recostada en la cama.

—Creo que deberíamos...— no se movió del umbral de la puerta.

—¿Por qué?—ella suspira sentandose—. Solo estaba frustrada y ya— corta—. Lamento si dije cosas sin sentido.

—Yo...

—Ni siquiera sabes que decir, solo... Vete— pide Shizu—. De cualquier forma, yo me iré en dos días a la casa de la abuela.

Tooru mordió su labio, quería hablar con su hermana. Recuperar su buena relación de cuando eran niños. El teléfono de shizu comenzó a sonar, así que la castaña ignoro a su hermano nuevamente.

—¿Cierro la puerta?— pregunta finalmente el mayor.

Shizu asintió desviando la mirada. Tooru cierra la puerta.

—Abuela— sonrió la castaña—. Pensé que estabas en el aeropuerto.

—Oh, cariño, acabo de llegar a la casa...

La castaña se alegro aún más por la declaración de su abuela. Eso significaba que podía volver ese día con ella y no tener roces incómodos con su hermano mayor.

—¿Cómo estuvo su viaje?— quiere saber ella doblando las rodillas—. Espero que se divirtieran, ¿La abuela Dai está contigo?

—Esa anciana no puede vivir sin mí — le asegura su abuela divertida.

—¡Majime me pidió quedarme hasta que vuelvas, Shizu-chan!— la voz lejana de Dai Nakamura se escucha en la línea.

Shizu ríe suavemente.

—No le hagas caso, la edad le pasa factura— asegura la abuela Oikawa—. ¿Cómo estás, cariño? ¿Has comido bien?

—Estoy en la casa de mis padres— escucha un sonido de parte de su abuela quien sabía la actitud de su nuera con la gimnasia—. La verdad me alegra que llamarás.

—Bien, mi niña, yo te escucharé, así que dímelo todo.

La menor se siente conmovida, realmente extrañaba a su abuela, que le diera ánimos y le hablara con cariño. Sobre todo que le hiciera dangos cuando perdía una competencia o tenía un mal día.

Amaba a su abuela con todo su corazón.

Y sabia que su abuela le amaba de igual forma, así que comprendería y la apoyaría en todas las decisiones que fuera a tomar.

Antes de empezar a hablar cerro bien la puerta, volviendo a su cama para iniciar la larga conversión con su abuela sobre sus sentimientos encontrados al practicar gimnasia.

(...)

Shizu reunió las pocas cosas que trajo, dejando su mochila en el sillón a su lado. Había pedido hablar con sus padres después de la cena. Tooru supo que el no estaba incluído en la conversación así que fue a la casa de Iwaizumi, para no incomodar a su hermana aún más.