Mes tras mes

6.6K 427 164
                                    

—Capítulo XXVI—

El tiempo lo arregla todo, o al menos eso espero.

Lentamente vi como Max Verstappen caía al suelo y como Carlos levantaba su mirada hacia mí, claramente decepcionado.

Me tomó del brazo y me arrastro mientras Max se retorcía en el suelo del dolor que le había golpeado en la mejilla.

Creo que estaba tan borrachos y confuso que ni siquiera se dio cuenta de que Carlos había sido quien lo había golpeado.

—Carlos —dije pero el sonido de la música no dejaba que se escuchara mi voz.

Carlos me terminó sacando a tirones de la fiesta mientras que Charles nos seguía con la mirada.

—Noelia —dijo al mismo tiempo que me daba la cuenta para mirarme fijamente a los ojos—. Yo te quiero tanto como quiero a mi propia hermana, pero por favor, te lo suplico, vete.

Sus palabras hirientes golpearon mi corazón.

—¿De la fiesta?

Carlos negó con la cabeza lentamente aún fijando sus ojos marrones sobre mí.

—No, Noelia. Quiero que te vayas de Ferrari.

—¿Qué? —solté. Mi voz era tan callada como el viento que soplaba a nuestro al rededor.

—No sólo de Ferrari —continuó—. Necesito que desparezcas por completo de la fórmula uno.

Mis ojos empezaron a brillar por las lágrimas que anhelaban rodar por mis mejillas. Deseaba que fuera una broma, la broma más pesada que jamás me hubieran hecho, pero el tono de Carlos era completamente serio.

—Sé que me he pasado esta vez, pero ha pasado tanto... —empecé a decir pero fui rápidamente interrumpida por él.

—Como tu amigo te entiendo —tomó una pausa y después siguió—. Pero como piloto de Ferrari cuyo campeonato está en juego, y como amigo de esa persona a la cual no para de herir —no hacía falta que dijera su nombre—, no puedo decirte que importe en lo más mínimo.

Sus palabras no solo me apuñalaban como miles de cuchillos, sino que eran ciertas, lo cual hacía que doliera mucho más.

¿Qué estoy haciendo?

No tiene sentido que estuviera aquí y es algo que sabía desde el principio pero simplemente no acepté. Potente di que tenía un trabajo de verdad, que ser "la encargada de pilotos" era un puesto necesario y no algo que Mattia se hubiera inventado para intentar darle un sentido a mi vida.

Pero puedo seguí así.

Porque mis acciones egoístas no hacen más que dañar a todas las personas de mi alrededor, de dañar a aquellos a los que quiero.

A Carlos, a Mattia pero sobretodo a Charles.

Porque quien soy yo para tratarlos de esta manera y luego pretender que en realidad soy su compañera y los apoyo en lo que necesitan.

No es verdad.

Tal vez nunca lo fue.

Porque incluso al principio de la temporada mi objetivo era Max Verstappen solo que ahora a cambiado.

300km/h | Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora