Un amor embriagante | Transformers | (Descontinuada)

∆ 3 ∆

∆ Orion ∆

Ante el comentario de Dion no pude evitar fulminarlo con la mirada ¿Qué carajos. Desde cuándo? Y encima lo dice frente a Menmu como si fuera invisible o su presencia no importara, eso me enojó un poco. Pero no dije mucho, ignoré su comentario.

— Un gusto, Dion — dijo en su tono neutral.

—  El gusto es mío — ambos se dieron un leve apretón de manos antes de empezar una corta charla que acabaría unos momentos después.

Mí jefe me llamó la atención, a lo cual yo tuve que disculparme e irme unos momentos para discutir las cosas con él.

∆ Megatronus. . . ∆

— ya vuelvo — se disculpó Orion, dando media vuelta, desapareciendo entre los estantes.

Me quedé en silencio, analizando a Dion con la mirada, no parecía ser un mech peligroso, o al menos, no me dio esa impresión. Tenía una pintura blanca, con pequeños tonos grises al final de cada extremidad, los típicos ópticos azules de cualquier transformer promedio, era mucho más pequeño que yo, aunque no más que Orion. No parecía una amenaza considerable.

El silencio era increíble, salvo por algunos murmullos de algunos otros mechs o femes que pasaban por ahí, o simplemente exsistian miserablemente.

Pasaron unos cortos lapsos de tiempo hasta que Dion decidió abrir la boca.

— ¿Menmu, verdad? —

— ¿Hum? — devolví mí mirada hacia él — seh — dije sin mucha importancia.

— ¿Sabes? Me recuerdas mucho a Megatronus — mencionó de lo más tranquilo.

Enfoqué mí atención en el rápidamente, no quería ser descubierto, rápidamente pensé en algo — si, ja, ja, me lo suelen decir a menudo —

Dicho eso, el silencio reinó un rato más hasta que por fin volvió Orion. "Gracias Primus" pensé.

— lamento haberme tardado, hubieron varios inconvenientes con respecto a algunos papeleos que me olvidé entregar — río levemente, rascándose la cabeza. Dios, era adorable.

Estaba por decir algo, pero Dion abrió la boca, soltando solo estupideces.

— entonces, ¿Qué tal si después de tu turno vamos a almorzar? Tengo un montón de cosas que contarte — le mencionó a Orion.

— ¿Ah? Seguro —

Dios, hoy era el día de los mudos, el silencio era increíble. Tenía que decir algo, o irme, alguna de las dos, pero tenía que actuar ahora.

Tosí y ambos se voltearon a verme — acabo de recordar, tengo un evento ahora entonces, debería irme ahora — los vi, Dion no parecía estar en desacuerdo — otro día pasaré de nuevo — dije para finalmente dar media vuelta y empezar mí rumbo a la salida.

— ¡Adiós, Menmu! — volteé la cabeza, él me estaba saludando con la mano, a lo cual sonreí e imité su jesto.

— adiós, Orion —

Y con eso me fui satisfecho, pero antes de irme al coliseo, fui a dar una vuelta por Iacon. Es un lindo lugar, lo admito, y cuando no hay nadie, las calles de vuelven muy tranquilas, es muy lindo para pasar el rato. Llegué al límite de la ciudad, dí media vuelta y admiré el lugar una vez más, suspiré con cierta calma y luego me fui a Kaon. Error. Su pestilente aroma de clase baja inundaba mis fosas nasales, los pequeños se alejaban cuando pasaba cerca suyo, corriendo a los brazos de sus madres, a veces me sentía un monstruo, bueno, lo era ¿No?

Llegué más rápido de lo que imaginé, las grandes puertas del coliseo estaban frente a mi, entré y me fui directo a mi cela, esperando la hora de la cena, estaba que moría de hambre, aunque claro, he pasado cosas peores. Me tiré a mi cama, de vez en cuando podía escuchar gemidos del otro lado de la pared, nuevamente mi vecino la estaba pasando bien. Una imagen se me vino a la cabeza y no pude evitar sentir como mi amiguito se despertaba. 

/Esta parte puede incomodar a algunos lectores, se recomienda discreción. Si sos menor a los 16 te recomiendo salteare esta parte (es corta igualmente) ./

— mierda — vista la situación, no pude evitar seguir jugando con mi imaginación y los gemidos de la feme de al lado no me ayudaban en nada.

Bajé mi mano hasta mi parte baja, sacando mi placa y acariciando levemente mi miembro, imaginando a cierto bot pequeño, con colores azules y rojos, con una expresión para nada santa en esta situación. Cada vez empezaba a frotar más rápido, apretando mi mano un poco más cada vez que hacía fricción. 

Dios, se sentía tan bien. Solté un gemido por lo bajo, seguido de varios suspiros placenteros que inundaban mi celda. Me estaba empezando a retorcer al sentir como estaba por venirme, gemí un poco más fuerte, sintiendo como un líquido viscoso salía libremente de mi miembro, mis vecinos parece que ya habían terminado, lo agradecía, así no había sospechas de que alguien me hubiese escuchado.

Era un asco mi mano, así que me levanté, pero no sin antes ponerme la placa de nuevo, y fui a lavarme. Maldigo a mi imaginación tan poco creativa para crear estas escenas, yo no debería pensar esas cosas, debería pensar en la mejor forma de acabar con el insecticon  con el que tengo que lidiar en una semana.

/Ya podes seguir leyendo tranqui/

Escuché como nos llamaban para ir a cenar, sonreí, estaba tan hambriento para este momento. Caminé hacía el comedor, no como un eufórico, pero tampoco tan lento como habitualmente iba, esta vez si tenía mucha hambre.

Agarré una bandeja y sorpresivamente, había llegado temprano para esta vez asique no tuve que esperar mucho para poder tener mi ración. Me senté en una mesa vacía y empecé a comer con tranquilidad. Una vez finalicé todo, fui hasta mi celda nuevamente y me acosté, ya no podía más, así que solo apagué mis ópticos y caí en una recarga profunda.

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¡Hao! Soy yo, Uxil, por fin empecé las vacaciones, y se que lo prometí mucho (mala mía) pero voy a intentar ser tan activo como pueda, pero tuve un inconveniente el otro día, lamentablemente se me borró todo lo que alguna vez escribí, entonces bueno, voy a hacer algunos cambios de trama y esas cosas ya que no recuerdo todo a detalle. En fin, espero tengas un excelente día, tarde y/o noche. ¡Gracias por leer hasta acá!