Y estaba sola en mi habitación, una luz blanca, una lámpara que predeterminaba el final pronto de un bombillo, unas paredes simples que giraban a mi al rededor por los nervios que sentía.
No podía creer todo lo que estaba pasando a mi alrededor y mi cabeza se preguntaba en un grito desesperado que pedía respuestas incansables a mis ojos.
¡Reacciona Luciana, reacciona!
Gritaba una voz interna en mi cabeza, tal vez, solo tal vez, lo que estaba viviendo no era cierto, hasta que punto estaba jugando mi mente conmigo. Simplemente comencé a sudar, mis manos se hacían agua y los nervios invadieron mi ser por completo, tuve miedo y sentí que el aire me faltaba e incluso frotaba mis manos con tanta fuerza que comenzaban a arderme y a tomar una coloración casi roja.
En mis adentros comencé a gritar.
Luciana, tranquila, esto, es solo una pesadilla, algo que no es real, calma, respira, ¡RESPIRA!
Sin darme cuenta y al mirar hacia la ventana, la poca luz que lograba divisar se estaba perdiendo, pero no era esa luz, simplemente era yo desvaneciéndome lentamente.
Me desmaye.
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De miedo
FantasyUna chica confusa intenta encontrar la realidad de tres días llenos de misterio, miedo y suspenso.
