III

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Pov isabella.

-Boludo te estoy diciendo que me des ese plato, yo lo fui a pedir, no vos-se lo arrebate.

-¿Querés empanada?- empezó a toser las empanadas y río.

-Que enfermo que sos, no maduras más-dije enojada.

-Alessio, sos grande, dale-le reto mi papá.

-Susana decile algo al mal educado de tu hijo-la mire indignada y está solo se limitó a seguir comiendo.-Ah buee

Salí del salón enojada y me dirigí a la piscina, creo que desde ahora es mi lugar favorito, donde puedo estar tranquila sin que nadie me moleste. O eso pensé,de un momento a otro estaba empapada.

-Flaca no ves que estoy sentada acá?-mire a la chica que se había largado de bomba a la piscina.

-Lo lamento, no te vi-dijo con un tono chillón.

-Dale que no me vas a ver nena,literalmente estaba en frente tuyo, malisimo-me levante y empecé a secarme.

-Ya te pedí disculpas, además, la piscina es para nadar no para sentarse a una orilla pensando que nadie me va a mojar, es tonto-contestó.

-Dudo que las personas normales-remarque el normales-Vengan a meterse después de haberse mandado más de tres platos a la panza-Dije y esta se me quedó mirando. Touche.

Vi que su mirada se dirigió atrás mío y sonrió.

¿Que le pasa a la enfermita?

-Miguel!-grito.

En el momento que escuche ese nombre di media vuelta, este estaba mirándome y luego miro a la chica sonriendo.

-¿Que? ¿Ahora te dedicas a molestar a los que son cercanos a mi? -pregunto con un tono de superioridad.

-Primero, no te hagas el machito porque no te sale y segundo, ella es la que molesta, esta bien que la piscina sea para nadar, pero dale flaca son las dos de la tarde encima recién terminas de almorzar-este me miro mal y la chica suspiro.

-Ay bonita, no sé como será en tu pueblo, pero acá somos así-hablo como despreciando mi ARGENTINA.

-¿Queres que te muestre como es en mi "pueblo"?-me acerque a ella, la agarre de los pelos y me acerque a su oido-Que lindo, vas a ser a la primera que va a saber como es-la empuje con mucha fuerza a la piscina.-

-¿Que haces imbecil?-pregunto casi chillando.

-Lo que muchas personas quisieron hacerte alguna vez cuándo escuchaban tu voz de pito-tire un beso al aire y me fui.

Sentí como me agarraron el brazo, y por impulso pegue una cachetada.

-¡Mierda!-se quejo y yo tape mi boca sorprendida.-Si que tienes la mano pesada.

-¿Porque me agarras así del brazo, nene? Era obvio que iba a reaccionar de esa forma -me cruce de brazos mientras veía como el moreno se quejaba.-¿Que queres?-este levanto su mirada.

-Disculpate con Becca-contesto.

Largue una risa cínica y lo mire.

-¿Disculparme porque?-pregunte con una sonrisa burlona.

-Por haberla tirado a la piscina y por como la trataste-contestó, lo rebaje y di media vuelta dándole la espalda.

-Déjate de joder, no me voy a disculpar con ella-seguí mi camino y sentí un tirón en mi pelo.

-Discúlpate-dijo en un tono molesto.

Agarre su muñeca y di media vuelta causándole dolor.

-No sé quién pensas que sos para darme órdenes y para ponerme un dedo encima, te juro que si lo volves a hacer te voy a dar una cachetada que vas a dormir hasta año nuevo-solté su muñeca.

Pendeja jodida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora