XXIX

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—¡Alessio!—grito la menor tirándose encima del mayor.

—¿Qué te pasa, nena?—pregunto enojado mientras sacaba la almohada de su cara.

—Ayer fue la mejor noche de mi vida—comentó contenta, haciendo que el mayor sienta intriga.

—Ahora me decis con quien saliste, dale

—Salí con Miguel—tapo su rostro emocionada.

—¿No hicieron nada malo, verdad? Decime que no lo mataste, por favor—rogó Alessio y isabella lo golpeó.

—Cállate imbecil. Casi lo mato, pero su carita hizo que me olvidara que había tirado la mitad del helado al césped—contestó.

—¡¿Tiro la mitad del helado a césped?! ¡¿Que clase de asesino serial es?!—grito exagerado. El era fanático del helado, y que hicieran eso, le parecía un insulto hacia su persona.

—La cosa es que me beso bajo la luz de luna y el brillo de las estrellas—sonrió enamorada.

—Pobre, ya se enamoro—comentó Matthew desde la puerta del baño, asustando a la chica.

—¡Hijo de puta!—grito esta, haciendo que alessio y Matthew choquen puño.

—Lo lamento, no era mi intención.. Bueno, la verdad si fue y no me arrepiento—admitió.

—Crece tan rapido—Hablo Alessio, orgulloso de su pequeño demonio.

—¿Qué escuchaste?—preguntó isabella.

—De la A a la Z—contestó cruzándose de brazos, mientras mantenía una sonrisa burlona en su rostro. Este niño da miedo. Pensó isabella. —Aunque te voy a aconsejar algo, Martina esta muy pegada a mi hermano, así que yo creo, que tendrías que vigilarlos.

—Matthew, no la hagas más tóxica de lo que es, por favor—pidió Alessio mientras miraba al pequeño con frustración.

—No soy tóxica—dijo molesta—. Ya vuelvo.

Dicho eso, salió de la habitación. No que es sea tóxica, simplemente iba a ver si Miguel estaba bien y no estaba siendo asfixiado por la idiota de martína. Si.. No era para nada tóxica, o eso quería pensar.

"Deberías de decirle a Miguel que martína te causa inseguridad" rápidamente la voz de becca se le vino a la mente a la castaña. Tiene razón. Pensó.

—¿A quién buscas?

Isabella dio media vuelta encontradose con Miguel, este la miraba divertido, como si encontrarse con ella, le causará gracia.

—¿Por qué tenes esa carita de feliz cumpleaños? —pregunto la chica sería.

—¿Qué?—preguntó acercándose a ella.

—Ah no, diez metros lejos de mi, dale—puso la mano en el pecho del moreno. Haciendo que este ria.

—¿Por qué?—preguntó riendo.

—Porque sonreis como tonto—respondió alejándose.

—Tú me tienes tonto—río acercándose a ella. Dejo un tierno beso en los labios de la chica, haciendo que esta sienta más de mil sensaciones al mismo tiempo en su pecho.

—No me vengas con esos chamuyos de cuarta—amenazó al chica. Este la tomo de la cintura y le robo un beso.

—No son chamuyos, ni siquiera sé qué significa eso—río.

—¿Me podría decir por qué andas tan contento?—frunció su ceño—¿Martina te visito?

—¿Qué? No, y nunca recibiria una visita de esa loca—sonrió mirándola.

Pendeja jodida Où les histoires vivent. Découvrez maintenant