4. Te veo

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Cuando Tay y yo llegamos a la cafetería, la mesa de los populares parecía el graderío de un estadio

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Cuando Tay y yo llegamos a la cafetería, la mesa de los populares parecía el graderío de un estadio. Las risas y burlas estaban a la orden del día.

—¿Por qué diablos hacen tanto escándalo? —digo exaltado, porque todo el mundo está mirando a los estúpidos deportistas haciendo alboroto. No es que eso les molestara a ellos, y claro a mí tampoco, pero incluso las señoras que trabajan en la cocina, estaban lanzando miradas de desaprobación contra nosotros.

—Es que... es... muy... gracioso —el idiota de mi novio ni siquiera puede hablar debido al ataque de risa que se carga.

—¿Qué es gracioso? —pregunta Tay a New, mientras se sienta a su lado.

—Los nerds —dice y sigue riendo.

Al escuchar su respuesta, inmediatamente mi vista viajó a la mesa del fondo de la cafetería, esa que está ubicada cerca de los contenedores de basura y en la cual desde el primer día de clase, solo se sienta Off... él no estaba ahí.

—¿Ya vas a calmarte y me vas a contar qué está sucediendo? —pido a Oab y él me atrae sobre su regazo y empieza a besarme.

—Lo que sucede bebé, es que el estúpido nerd se cayó de cara sobre su plato y se le rompieron los lentes.

—¡¿Queeee?! ¿Desde cuándo eso es tan gracioso? —inquirí

—Desde que el marica trató de enfrentarme porque lancé al azar una bola de papel y le cayó en la puta cara —responde Bruce, lanzándome una mirada desafiante.

—¡¿Y con llamarlo marica te refieres a que es tan gay como tú?! —digo levantando la voz un poco más de la cuenta— ¿O a que es tan cobarde que ataca por la espalda como todos los que estamos sentados en esta mesa? —todos los que ocupaban la mesa quedaron en completo silencio ante mis palabras e incluso algunos otros alumnos en las otras mesas me miraron extrañados—. Excepto tú mi solecito. —Tay me sonríe.

—¿Qué te pasa idiota? —Bruce se levanta empujando su silla, haciéndola rechinar y levantando su puño para golpearme.

—¡No te atrevas Bruce! —grita Oab, cuando me paro dispuesto a enfrentar a Bruce, e inmediatamente su idiota amigo vuelve a sentarse. Me doy la vuelta para alejarme de ellos y la mano de Oab sostuvo mi muñeca— ¿A dónde vas bebé?

—Necesito ir al baño, ahora regreso —me acerca a él y me da un beso.

—No tardes, pediré tu comida.

Le agradezco y me suelto de su agarre. Tay se ofrece a acompañarme, pero en este momento deseo estar solo.

¿Qué diablos le pasa a todos? ¿Por qué se la han cogido contra Off?

Desde el primer día de clase, Bruce empezó a hacerle bromas y a fastidiarlo en el salón y fuera de él. Incluso había pegado letreros en su espalda y junto con New, lo habían hecho tropezar unas cuantas veces y tirado todos sus útiles al piso e incluso su mochila cargada de libros, a la basura.

Me sentía mal por él, pero yo era tan idiota como mis amigos... No podía ayudarlo.

A la hora de almuerzo, el pobre Off siempre se sentaba lejos de nosotros para evitar que lo molestaran, sin embargo, mis amigos han sido tan rufianes de atacarlo —porque estoy seguro que eso hicieron— hasta el punto de lastimarlo.

Agradezco que el baño está vacío y nadie puede ver la frustración que me cargo, me apoyo en el lavabo y reúno agua en mis palmas luego la arrojo con fuerza a mi cara, me froto el rostro, demasiado molesto y ni siquiera me seco antes de salir.

Se lo que debo hacer, y no me importa si tengo que enfrentar a todos mis amigos. No puedo permitir que sigan tratando mal a Off, después de todo ¿Qué es eso tan malo que les hizo?... la respuesta es nada... y no tienen ningún derecho a lastimarlo.

Me dirijo a la enfermería, porque es el único lugar en el cual Off puede sentirse a salvo, y ciertamente aquí está.

A través de la ventana puedo notar lo mal que se siente, se nota la tristeza en su rostro, sus lentes están unidos por el centro —sobre su nariz— con un poco de esparadrapo. Realmente los cavernícolas de mis amigos los han roto, me digo a mi mismo. Su mejilla tiene un raspón y su nariz está un poco hinchada. Se ve tan desvalido. Quiero entrar y abrazarlo... había llorado, porque sus ojos además de tristes están rojos, su ropa está sucia y frota sus brazos como deseando que alguien lo envuelva en un abrazo y le diga que todo estaría bien.

La enfermera no está, así que entro sin tocar. En cuanto me ve, se sobresalta.

—Solo soy yo, Off. No te haré daño. —No dice nada y se agacha mirando al suelo— ¿Cómo estás? ¿Te sientes... mejor? —no responde ni hace ningún movimiento— Sé que lo que te han hecho no tiene justificación, pero realmente quiero disculparme. —Por fin se anima a mirarme.

—Tuu... no hiciste nada malo. —¿Qué no lo hice? Soy tan culpable como ellos, porque he sido testigo y simplemente he callado.

—Realmente siento mucho que estés pasando por esto. —me inclino frente a él, para poder verlo desde abajo— ¿Te encuentras bien? ¿Duele mucho? —intento tocar su rostro, pero él se retira.

—Es-estoy bien... gracias, no duele... mucho... —me mira con duda.

—Gun —le digo, pensando que no recuerda mi nombre.

—Sí, Gun... ¿Por qué estás aquí?

—Quería saber cómo estabas... —coloco un mechón rebelde detrás de su oreja, para que no le tapara la cara— Siempre puedes reportarlo ¿sabes?

—Lo sé, pero eso solo empeoraría las cosas. Solo quiero pasar desapercibido. Ser una sombra. Un fantasma. Ser invisible, hasta que termine el año.

—Déjame decirte que ya es tarde para eso —coloco mi mano en su mejilla, él cierra los ojos y se deja acariciar— ya no puedes pasar desapercibido y menos ser invisible, porque... Yo te veo, Off.

Abre los ojos lentamente, nuestras miradas se encuentran y él se sonroja.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Chico nuevo - OffGun HP26Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora