Abandonados por sus padres luchan por sobrevivir. Naruto deberá cuidar de su pequeño hermano que es injustamente tratado, convertido en un Jinchuriki por su padre.
Ser el único para su hermano nunca fue fácil, pero tomó las riendas y estuvo presente...
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—Oni-chan, ¡espera! — Frunció su ceño, no sabía cuántas veces lo había estado haciendo, pero sí sabía que desde que llegó a la isla acompañado de su hermana y el Jinchūriki Hachibi. — Naruto-ni-san hubiera querido que nos lleváramos bien. —
—¡No! No lo menciones, tu no tienes derecho de mencionarlo. El nunca quiso que ustedes vinieran, al único que veía como familia era a mi. ¡Ustedes lo dejaron morir! — Exclamó enojado por las palabras de la peli-roja. — ¡Y acuérdate que tu y yo no somos nada! ¡Y nunca lo seremos, así que deja de llamarme así! — Habían personas sacrificando se por el en la guerra, ya había perdido a una persona preciada y no pudo agradecerle su sacrifico. No dejaría que volviera a pasar.
—Menma, debes calmarte. No llegaras a ninguna lado con esa actitud, además creo que a tu hermano no le hubiera gustado verte así. — El Moreno dijo, tratando de calmar al Uzumaki.
—Se que no le hubiera gustado verme así, pero ellos no tienen derecho de llamarlo familia cuando nunca estuvieran con él. — Suspiro apretando su puño. — No se ustedes, pero yo saldré a luchar también, no esperare a que alguien más muera por mi. — Sin esperar se dirigió hacia el campo de batalla.
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—Tsunade-sama, Menma acaba de escapar. — Kakashi dijo, viendo toda la destrucción que se empezaba a ver.
—Menma... — Kushina susurro, aun le dolía como no podía acercarse a su hijo sin escuchar palabras hirientes.
Le dolía el solo recordar el dia que lo vieron por primera vez desde que los habían abandonados, la forma en que los había visto y despreciado. Sabia que no merecía su perdón.
---Flashback---
Habían pasado dos meses desde la muerte del Uzumaki mayor, la aldea todavía sentía la ausencia de su sol brillante. Todos los más cercanos al rubio todavía sentían ese vacío que había dejado, su muerte había sido muy difícil.
Menma estaba recostado en su departamento, había decidido regresar al departamento donde había vivido con su hermano mayor, de algún modo todavía permanecida el aroma que desprendía el rubio mayor.
