Abandonados por sus padres luchan por sobrevivir. Naruto deberá cuidar de su pequeño hermano que es injustamente tratado, convertido en un Jinchuriki por su padre.
Ser el único para su hermano nunca fue fácil, pero tomó las riendas y estuvo presente...
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Al cumplir los seis meses 6 y medio, su vida se prolongaba. No sabía en qué momento cerraría sus ojos y no los abriría más aún sin importar que el día estaba indefinido, la hora, el minuto y no podía hacer nada, sabía que todos a su alrededor tenían miedo de un día encontrarlo muerto en su habitación.
Había escuchado sobre el escape del último Uchiha, como resultado heridos varios Genin que habían ido en su persecución, dentro de ellos estaba su hermano que había recibido un Chidori por parte del ahora Uchiha desertor. En su momento se había preocupado mucho, aún cuando tenía pocos días de haber despertado después de estar inconsciente varios días.
Quiso ayudar con la recuperación de su hermano, pero la Senju le había prohibido. Se resignó a esperar noticias en la habitación, ni siquiera podía levantarse sin caerse, sus fuerzas lo habían abandonado.
— Es bueno verte despierto. — Miro hacia la puerta donde entraban varias personas.
—Si, la verdad es que no he tenido sueño. — Sonrió levemente mirando a cada uno. — Saben, estaba pensando que podríamos comer juntos, ¿Podrían? — Preguntó con curiosidad.
— Claro, no vemos porque no. — Jiraiya dijo, confundido por la petición de su ahijado. — Todos lo haríamos. — Avanzó a sentarse en una silla.
— Pero antes te revisaré. — Sus pasos resonaron, caminando hacia el expediente y ver que cada aparato funcionará bien.
— Gracias, ¿No les importaría comer ramen con dangos y te? — Preguntó mirando a Kakashi y Shikaku, a ellos los mandaría a comprar.
Ambos suspiraron captando la indirecta del Uzumaki, sin decir algo más salieron sonrientes de que al menos Naruto todavía estuviera con ellos.
— Los tienes a tus pies, mocoso. — Jiraiya dijo riéndose fuertemente. — Bien podrías quedarte con Kakashi, diría lo mismo con Shikaku, pero el está casado y tiene un hijo. — Sus ojos miraron con diversión a Naruto que tenía un sonrojo y lo miraba con una pequeña sonrisa.
— Lo que digas viejo. — Cruzó sus brazos desviando su mirada. — Al menos ellos me harían caso y no me quedaría soltero. — Se burló del mayor.
— Mocoso respetame... — Murmuró con una venita en su frente. — Recuerda que tengo más experiencia que tu. — Afirmó como si eso fuera de gran maravilla.
— ¿Así? ¿Con cuantos hombres has estado padrino? Según recuerdo decias que esperabas que Tsunade-sama te hiciera caso y ahora sales con esto. — Negó con una mirada serie, aunque por dentro querían reírse de la cara del Sannin invocador de sapos. — Bueno, no voy a juzgarte. — Levantó sus hombros dándole una media sonrisa burlona.
— ¡No era eso lo que quería decir! — Se defendió viendo reír a la rubia y mirando acusatoriamente a su ahijado. — Solo decía que tengo más experiencia en relació-... ¿Estas bien? — Se levantó apresuradamente de su asiento hacia el rubio.
