Epilogo.

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- No puedes hacer esto - Escuché una voz que provenía muy cerca de mi.

- Si puedo Derek, ya te he explicado la razón.

- Eres un imbécil, la harás sufrir.

- ¡Es por su bien, entiende carajo! - Esa voz se me hacia conocida.

Pero ya no pude seguir escuchando más, volví a quedar profundamente dormida.

****

Intente despertar gracias a un terrible dolor que provenía de mi estomago. Recordé lo que había sucedido y me levanté de golpe.

- Oh mi amor, no hagas esfuerzos, tranquila - Esa voz. Mi madre.

- ¿Donde estoy? - Dije un poco desorientada.

- Recuéstate - Ordeno con ternura - En el hospital, te dispararon en el estomago.

- Lo recuerdo - Y en mi mente llegaban imágenes borrosas del suceso.

- Josh y Derek te trajeron hasta aquí - Dijo haciendo una pausa - Recuéstate que regreso en un momento con la enfermera.

Pero en vez de acostarme me senté en la camilla mientras veía como mi madre con un rostro de sumo alivio salia de la habitación.

Estaba en una habitación con colores pálidos y a mi lado izquierdo había una mesita en donde habían varios globos, dulces y osos de peluche. A mi lado derecho habían unas maquinas a las cuales estaba conectada.

De la nada una enfermera entro y seguida de ella mi madre.

- Esta bien - Hablo la enfermera que se encontraba revisándome.

- Oh gracias a mi dios - Dijo mi madre llevándose la mano al pecho.

- ¿Cuanto tiempo he estado aquí? - Hable aún un poco desorientada.

- 3 semanas cariño - Hablo la enfermera con cierto tono de ternura.

- 3 se-semanas - Tartamudee - Eso es demasiado - y toque mi herida - ¿Donde están Derek y Josh? ¿Están bien?

- Ellos están muy bien cariño, los mande a descansar - Hablo mi madre acercándose a mi. La enfermera ya se había ido.

Me alivie de al escuchar esas palabras que provenían de mi madre. Había estado aquí tres semanas, era demasiado tiempo, necesita retomar mi vida aunque ni siquiera me había puesto a pensar quien me había disparado.

- ¿Quién me disparo? - Levanté mi rostro para dirigirme a mamá.

- No lo sabemos, nadie lo vio - Hizo una pausa - Los chicos prefirieron ayudarte a ti en vez de buscar al culpable.

- Claro - Asentí.

- Pero tú padre ya esta haciendo una búsqueda de ello mi amor - Dijo mamá para que me tranquilizara.

- ¿Dónde esta papá? - Pregunté.

- En México, estuvo aquí unos días pero tuvo que regresarse por el negocia mi amor.

De repente la puerta se abrió haciendo ver a una Hanna con una sonrisa super enorme y unas bolsas en sus manos. En cuanto dirigió su mirada a mi su sonrisa se hizo aún más grande aún que no sabía si eso era posible.

- Me haz dado tantos sustos estos últimos meses que ya no se si podré soportarlo más - Hablo la rubia acercándose a mi con los brazos extendidos.

- Prometo ya no darte uno más así - Y correspondí a su abrazo, en verdad que me agradaba verla.

- Yo las dejaré solas chicas, veo que tienen mucho de que hablar - Mamá intervino en la platica y ambas asentimos mientras mamá salia de la habitación.

¿Me enamoré? [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now