Veintiséis

415 66 77
                                    


Pyper

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Pyper

—Dios Pyper cuéntamelo todo—una efusiva Frances se sienta a mi lado una vez ingresamos al salón de clases.

—Tanta emoción me asusta—le hago saber a mi mejor amiga—después de todo fuiste tu quien me advirtió que no me acercara a Brais.

La castaña rueda los ojos—sé muy bien lo que te dije y de hecho aun tengo muchas alarmas con respecto a él, pero...—suelta un suspiro como adolescente enamorada—no puedo negar que se ven espectaculares uno al lado del otro, así que no seas mala y dime todo sin saltarte ningún detalle sobre todo los sucios—mueve sus cejas de manera graciosa.

—Eres una pervertida—suelto una risita baja.

—No me escondo querida, además me mata la curiosidad por saber si es cierto eso que dicen que tiene una polla enormeeee—hace un gesto con su brazo simulando un miembro.

—Y no mienten—muerdo mi labio interior sintiendo mis mejillas arder.

La castaña suelta una sonora carcajada llamando la atención de algunos compañeros de clases.

—Pero mira que golosa amiga, chiquita pero poderosa.

—Shh—la chito tapándole la boca.

—Buenas tardes Jóvenes—la Srta. Miller saluda—hoy tendremos prueba sorpresa de algebra.

El grupo entero se queja ante lo que indica la profesora.

—No creas que te escapas de darme los detalles—dice Frances acomodándose correctamente en su silla.

—Bien luego de clases te cuento todo.

Dios me siento tan agotada y aun falta una clase más, llevo mis manos al rostro tratando de apartar el cansancio que comienza hacerse presente luego de tan pocas horas de descanso

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Dios me siento tan agotada y aun falta una clase más, llevo mis manos al rostro tratando de apartar el cansancio que comienza hacerse presente luego de tan pocas horas de descanso.

Una vez aparto las manos de mi cara veo a James entrar al salón sus ojos fijos en los míos que no puedo evitar percibir el resentimiento con el que me mira en estos momentos.

Toma asiento a unos tres puestos tras de mi pero aun así puedo sentir su pesada mirada sobre mí, ladeo un poco la cabeza observando sobre mi hombro como no aparta sus ojos de mi mientras su rostro luce una mascara de molestia y seriedad que nunca había visto en él.

La Chica De Las Zapatillas RosasWhere stories live. Discover now