Capítulo VII: Una Familia de Cuatro

374 28 1
                                    


"Qué tenemos aquí

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

"Qué tenemos aquí... qué belleza. El bate, no tú."

◇ • ◇ << -------- • ◇ • -------- >> ◇ • ◇ 

- ¡DICK! - El grito desesperado de Rachel al ver al chico recibiendo golpes por doquier hizo que Nora entrara en razón; los estaban atacando.

Una familia de cuatro había irrumpido en su discusión, y por más que estaba agradecida de haber salido de esa situación dolorosa, el hecho de ver a Hank y Dawn ser básicamente apaleados por adolescentes no ayudaba mucho tampoco. 

- Quédate aquí-. Dijo la pelinegra a la otra, indicándole que se refugiara detrás del motor del aire acondicionado. Parándose, examinó el lugar. Dawn peleaba contra la madre, Hank contra los dos niños y Dick se encargaba del padre. Tenían técnica... experiencia. Sus ojos saltaban de pelea a pelea, intentando analizar los movimientos de todos a la vez. Sus oídos reparaban en cada grito de dolor y quejido, en el sonido de las patadas impactando contra los cuerpos. No pudo evitar que la sobrecarga de sentidos la distrajera; se estaba dispersando. Bajó el volumen de su auricular hasta el punto de no oír nada más, proporcionándole la claridad suficiente para correr al socorro de Hank. Pero no sin antes hacer una pequeña parada para tomar el bate, que descansaba junto al cobertizo. - ¡Oye, Zanahoria! - Swing. La pelirroja, la hermana menor, recibió un golpe tan fuerte que, si su cabeza no hubiese estado pegada a su cuello, hubiese sido un home run (jonrón). La muchacha cayó seco al suelo, dándole la oportunidad a Nora de seguir con su hermano.

La pelinegra mantuvo el bate en alto, pero dejó a su mente concentrarse en algo más que en la pelea; en leer los labios de su adversario. -Qué tenemos aquí... qué belleza-. Se acercó el chico a ella, dejando a Hank dar un respiro. La cara de confusión de la pequeña Grayson causó que el hermano mayor de la familia se explicara.- El bate, no tú-. Alzó una ceja, de una forma muy perversa para alguien que no tenía un arma.

Ella se llevó el pedazo de madera al oído, cómo si le estuviera hablando. Hacía caras de drama, cual tías en navidad. - Dice... dice que está enamorado de tu cara, ¡ven que se la presento! - Apretando la mandíbula, cómo si le hubiese hecho enojar, el chico se abalanzó sobre ella con puños en alto. 

<< Aún tengo que trabajar en la frase. >> Pensó, antes de intentar hacer la cabeza del enemigo giratoria. Lamentablemente, le erró, haciéndola perder el balance y dejándola vulnerable a una patada en la espalda que la mandó tanto a ella cómo al bate disparados (a opuestos lados de la azotea).

- ¡Su cita tendrá que ser otro día! - Seguía el muchacho, pero Nora no tenía ángulo suficiente para tener un buen vistazo de sus labios, por lo que el comentario pasó desapercibido. Ella apretó los ojos, concentrándose en lo que tenía que hacer. Recapacitaba sobre su adversario; era alto, flaco, y tenía mucha más fuerza que ella. Pero era lento, y eso podía volver todo lo a anterior una desventaja. - Mamá dice que no debemos jugar con personas agresivas-. Agregó, dando un paso hacia ella, que se encontraba arrodillada, con intenciones de tomarla del cuello de la chaqueta y volverla una bolsa de boxeo.

Rugidos Sordos [Gar Logan]Where stories live. Discover now