Capitulo 1

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Ciudad de San Francisco, 10:10 am.

−Mi Paul- le susurro cerca de la oreja. -Vamos levántate


Comenzó a moverle las sabanas que lo cubrían. El dio un giro sobre el colchón y quedo boca abajo.


−No molestes −Musito adormilado. Perrie, ya frustrada, camino hacia el otro lado de la cama y jalo sus sabanas dejándolo al descubierto.


−¡Es hora, bello durmiente! −Paul gruño en respuesta.


No le quedo mas opción que levantarse. Aun con los ojos cerrados, entro en el cuarto de baño tomando de la pared la toalla. Dejo caer el bóxer que cargaba y entro a la ducha. Perrie, ya había extendido la ropa de Paul en la cama, muy bien arreglada, como una total perfeccionista que era de costumbre. Bajo las escaleras en dirección a la cocina, tomo el pan y lo unto de mermelada de fresa.


"La favorita de Paul" pensó estúpidamente. Sirvió el desayuno en la mesa y miro a Paul que ya iba bajando las escaleras mientras se abrochaba los botones de la camisa.


−Diez y cuarenta y cinco, amor. Vas tarde - le reprocho Perrie. Paul hizo una mueca y se acerco a ella para rozar sus labios con dulzura.


−Es tarde, linda. Me tengo que ir, desayuno en el hospital - Le informo el


Tomando la chaqueta guindada en el perchero. Perrie suspiro y se acerco a el, ajustando su corbata. Paul se abrigo con la chaqueta y paso los dedos por la pared donde estaban guindadas las llaves pensando que carro iba a utilizar hoy.



−La moto - sugirió sutil ella.


Paul negó con la cabeza, estaba haciendo frio.


−Lamborghini. −Se despidió de ella abriendo la puerta de la casa.


−¿A que hora llegaras hoy? - pregunto curiosa.


Paul rodo los ojos a sus espaldas.


−No lo se, amor intentare que temprano - Soltó hartado para dejarla tranquila.


−Recuerda lo que hablamos ayer.


−Si. si -Repitió con ironía mientras abría la puerta del auto y entraba en el.


Saca los lentes de sol y se los coloca mientras prende el motor del carro adentrándose en el.


Mira al frente de el la hermosa casa que compro hace unos meses y suspira con orgullo a si mismo. Sale en retroceso del garaje y ve por la ventanilla del auto a su mujer que con la mano se despide y con una sonrisa en sus labios le expresa un grato "te amo". Paul le pica un ojo y arranca en salida del conjunto residencial donde vive desde hace un año con su "prometida", Perrie Edwards.



Paul había empezado una relación abierta con Perrie dos meses después de conocerla en un bar, luego de unas cuantas copas, termino tirandosela.

Las Mujeres De Paúl Walker. [TERMINADA]Where stories live. Discover now