❆ᑕOᒪᗪ❆

ᗩᗪIǾꇙ

—  Tengo que irme lo más pronto posible. — Murmuró para su esposo de manera triste intentando no despertar a sus hijos.

Eran aproximadamente las 11:00 PM y sólo los dos adultos del hogar estaban despiertos, Polo estaba metiendo su ropa en un bolso grande mientras que Union le ayudaba con cierta melancolía; la razón de su pronta ida era por protección, no a si misma, si no a su familia, hace un tiempo empezó a trabajar en los medios como los periódicos, en contra de la sociedad comunista en la que vivían y el régimen el cual afectaba a todo su país, pero, recibir amenazas del estado estaba a un nivel peligroso para ella y las personas que más quería, no necesitaba ver a su esposo descubrir su muerte en la morgue ni menos que sus hijos se enteren que su madre murió.

— Lo sé, ojalá todo fuera diferente, supongo que a veces no es así. — Habló indiferentemente dirigiéndose a su esposa mientras terminaba de ayudarle a empacar, tal vez nadie lo notara ni siquiera Polo, pero estaba triste frente a lo que probablemente pasaría, ella moriría de una u otra forma.

— Antes de irme, quiero que jamás les cuentes que pasó conmigo si algo sale mal, no me importa si llegan a odiarme por una mentira tuya, pero, prefiero eso a que sepan eso. — Se acercó hacia Union dándole un fuerte abrazo antes de marcharse dejando caer una lágrima en su blanquecino rostro.
— Te echaré de menos.

— Yo también te extrañaré, ya debes irte Polo, ya casi empezarán a patrullar. — La llevó con cariño hacia la puerta y con un último beso se despidieron para no volverse a ver nunca más, una lágrima gruesa salió de esos tristes ojos miel.
— ¡TE AMO!. — Gritó sin miedo a ser escuchado haciendo a su esposa voltearse y correr hacia él para plantarle un beso dulce, un beso que al final a ambos les dejó un sabor amargo.

Finalmente Polo se marchó con lágrimas es sus azulados ojos, Union por otro lado cerró la puerta detrás de si que llevaba al exterior y sin pena, quebrando por completo su corazón, empezó a llorar de forma descontrolada, a veces hasta golpeaba con extrema rudeza el suelo, quería desquitarse con la vida y lo injusta que era; después de varios minutos logró calmarse y en eso miró a su sortija plateada con detenimiento siendo opacada su brillantez por la oscura madrugada. Entre la luz filtrada de la luna una pequeña sombra pasó bajando las escaleras silenciosamente, esto no pasó de ser percibido por el hombre pelirrojo, que, al instante notó que se trataba de su hijo mayor de sólo 5 años, Rusia quién fue el único en heredar los rasgos distintivos de su madre a comparación de sus hermanos, que poseían un cabello pelirrojo como el de su padre, él era albino pero con una personalidad más parecida a su progenitor.

Con desconfianza Rusia se acercó a su padre que abrió sus brazos hacia su hijo, este simplemente caminó hacia URSS recibiendo el abrazo de este, se acurrucó en sus brazos protectores siendo de las pocas veces que mostraba un afecto significativo hacia su persona, pero, no le desagradaba, mayormente lo sentía como un contacto muy humano, incluso más del que le ofrecían sus hermanos; ambos se quedaron observando a la oscuridad, Rusia terminó por quedarse dormido en los brazos de su padre, por otra parte URSS lloraba de manera silenciosa recorriendo con la mirada aquellas fotografías tomadas por su esposa, no podía evitar llorar todo el tiempo e incluso cuando sus cansados ojos cesaron a seguir con su función, seguía haciéndolo dormido.

La tenue luz del día hizo levantar a un adolorido pelirrojo que, aunque no quisiera, tenía que abrir sus ojos a la fuerza pese al dolor, estiró parte de su espalda y con cuidado llevó a su hijo mayor al sofá de la sala, al menos para que durmiera un poco más en comodidad mientras él preparaba un poco de café. Para su suerte la mayoría de sus hijos estarían con los padres de Polo y no lo tendrían que ver tan desastroso, sólo estaban Rusia, Kazajistán y él, pero mayormente hubiera preferido estar con Rusia que con los dos; eran hermanos y casi de la misma edad, pero no por eso se llevaban de maravilla, pero no quería lidiar tanto con eso.