Capítulo 23

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Unos días después, comenzó a correr el rumor de que Theramore había perdido la cabeza.

Me colé en la mazmorra para comprobar la verdad.

<Debido al incidente con de Henry, Theramore sospecha de mi identidad, así que es mejor dejarlo pasar.>

Después de pasearme por un rato, el Vizconde Dubbos, quien se encargaba de la tortura, apareció desde la prisión subterránea.

—Bebé.

—Hola. —Incliné la cabeza y miré en dirección a la prisión. —¿Shige riciendo cosas locas el awelo Theramo? —Trataba de averiguar si era cierto que había perdido la cabeza.

—Así es, me temo que ha perdido la cabeza. Estoy a punto de cortarle los tobillos y tirarlo al manicomio...—El vizconde Dubbos sonrió torpemente y agitó las manos —. Pero la tortura ha terminado. Ya no hará nada malo.

Dije; —¡Wooow! —y el vizconde Dubbos me miró como si fuera muy linda.

<Por culpa de Henry, demostré que en realidad no era una niña normal, así que estaba pensando en cómo lidiar con eso, pero salió mejor de lo que pensaba.>

Después de despedirme del vizconde Dubbos, caminé dando saltitos. Ahora que ha desaparecido la persona mala que me recordaba al duque de Valois, el hermoso castillo me parece aún más hermoso.

<Como era de esperar, es bueno lidiar con el factor estresante de inmediato.>

Al verme caminar con entusiasmo, los sirvientes sonrieron y me saludaron con sonrisas.

—Hola, bebé. Hoy estás de buen humor. ¿Adónde vas?

—A comer bocarillos.

Leah me ha dado muchos bocadillos últimamente. Además, las sirvientas se volvieron locas después de ver como Theramore me empujaba.

[—Escoria.]

[—Lo mataré.]

[—¡Hijo de puta!]

Leah fue la única que se quedó en silencio entre tantas doncellas que soltaban sangrientas palabrotas. Sólo después de que la criada preguntara —¿Por qué Leah no dice nada? —, ella se levantó en silencio.

Sosteniendo un cuchillo de cocina.

[—Voy a matar a ese maldito de Theramore.]

Leah pudo haber matado a Theramore si las criadas, que temían que su jefa se convirtiera en una asesina, no la hubieran detenido.

<Tenía una mirada muy determinada.>

Me estremecí al pensar en la Leah de ese momento. Después de soltar una serie de palabrotas, las criadas me abrazaron y se echaron a llorar. Entonces, como si recién se hubieran dado cuenta, alguien habló.

[—¿Y si nuestra bebé está traumatizada?]

[—¿Cómo dices?]

[—¿No es algo que puede pasar? El no poder confiar en las personas durante el resto de tu vida debido a un trauma infantil.]

Pensé que eso sería difícil, ya que solo había sido un empujón, pero aun así las criadas estaban temblando. Desde entonces, todos los días me daban bocadillos y me repetían palabras como "Nuestra bebé es una persona preciosa", "El hombre malo recibirá un castigo celestial, nuestra bebé es preciado", etc.

Me dejo criar por los villano, ¿que podría salir mal?Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum