Capítulo 12

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Tal y como dijo el duque, al día siguiente partió para inspeccionar el territorio.

Según Leah, necesitarían a lo menos unos veinte días incluso si utilizaban magia para recorrer el vasto territorio del ducado Dubled.

Esos veinte días fueron días de entrenamiento para mí.

<Debo tener éxito y ser adoptada.>

Así que hoy también trabajé duro en mis calcetines.

<Ah, sería un éxito si sólo logro pasarlos por encima del talón, pero esto es difícil.>

Esto era porque no podía controlar muy bien mis músculos.

El tiempo pasó y ya era mediodía. Estaba tan concentrada en mi entrenamiento que no me di cuenta de que era hora de comer.

Salí de la habitación en busca de Leah.

Siempre estaba cerca, pero hoy, por alguna razón estaba ausente. Incluso las doncellas estuvieron distraídas desde el amanecer.

-Puede quedarse...habitación de invitados...

-Dicen que vienen por la bebé...de inmediato...

El mayordomo y las criadas estaban ocupados discutiendo algo. Las expresiones de los vasallos que iban y venían por el pasillo también eran rígidas.

< ¿Qué pasa?>

Ladeé la cabeza, pero pronto escuché un fuerte gruñido procedente de mi estómago y agarré al mayordomo.

-Diga, bebé.

-Teno hambe. (Tengo hambre.)

-Ya veo. Vamos a buscar a Leah.

-Mamo a bucala. (Vamos a buscarla.)

El mayordomo sonrió amablemente y me tomó de la mano. Fue cuando caminaba con él por el pasillo...

- ¿Qué tonterías dices?

< ¡Ah! ¡Me asusté!>

Un gran grito sonó desde muy lejos.

Mi corazón palpitaba con fuerza y agarré la mano del mayordomo con ambas manos.

Supongo que realmente ha pasado algo, ya que hay gente muy exaltada.

< ¿Qué está pasando?>

Mientras pensaba eso, escuché otro grito.

- ¿Cómo puede un sacerdote de la iglesia cruzar la puerta sin el permiso de su majestad?

- No se llevará a la bebé.

-Puedes esperar a que llegue su excelencia. Nadie asegura que esto no sea una excusa para espiar dentro del castillo.

-No pueden negarme el recogerla. Por ahora, ¿no es el papa el tutor legal de la bebé? ¿Cómo pueden negar que su tutor la recoja?

-Pero no puede llevársela sin avisarle a nadie.

-El papa no necesita el permiso del propietario de esta casa para recoger a la niña.

¿Eran de la iglesia?

¿Venían a recogerme?

Mi sangre se enfrió en un instante.

Las yemas de mis dedos estaban frías y mis hombros temblaban.

El mayordomo que me tomó de la mano me llamó; "¿Bebé?", como preguntándome que estaba pasándome, pero yo no estaba de humor para responder.

Si me llevaban a la capital, me enviarían inmediatamente a un centro de re-adopción.

Me dejo criar por los villano, ¿que podría salir mal?Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt