Capítulo 48 - El trato

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—Ya está todo listo —le dijo Nora entusiasmada a su hijo cuando entró a la habitación. Pero él parecía no prestarle atención—. ¿Manuel? ¿Me estás oyendo?

—¿Eh? —él se volteó un poco sin llegar a mirarla.

—Te estoy hablando de algo importante.

—Discúlpeme.

—¿Qué te pasa? —ella se acercó, pero él se alejó, y no solo con su cuerpo.

—Es que... no quiero que piense mal de mí —en ese momento fue cuando por un segundo se atrevió a hacer contacto visual con ella.

—¿Por qué pensaría mal de vos, Manuel? Estuviste raro todo el día. Ni siquiera me hablaste. No me digas que...

—Lo que pasó anoche... nadie lo tiene que saber... fue solo un desliz, nada más.

—No te preocupes, hijito. No tenés nada que explicarme —sonrió ella despreocupada, aunque algo en su sonrisa también mostraba satisfacción... tal vez al recordar ese momento.

—Le falté el respeto, mamá. Eso es inaudito. No puede volver a pasar, ¿está bien? —le respondió Manuel con voz firme.

—Está bien —Nora le acarició la oreja y él tomó su brazo y lo apartó.

—Estoy hablando en serio, mamá —por primera vez la miraba fijamente a los ojos y sin titubear—. Y nada de esto con nadie. Esto no ocurrió.

—Yo soy como los caballeros, no tengo memoria. Así que no te preocupes tanto.

—De lo que sí debería preocuparme es de la "bienvenida" que le dió a la otra... ¿qué le hizo? Y no me diga que nada porque la vi volver con manchones de sangre. Así que no se haga la yo no fui.

—Le di la bienvenida a mi estilo, sí.. Una que ella se merecía, por entrometida. Solo fue una buena paliza, nada más.

—¿Está viva?

—Sí... creo.

—¿Cómo que creo? ¡¿Sabe el problema en el que nos podemos meter?! ¡No podemos llamar más la atención! ¡Hay mucha gente involucrada! —Manuel quería gritar, pero trataba de mantener su voz en apenas un susurro desaforado.

—Te estoy jodiendo, Manuel. Me cersioré de que respirara y todo, está perfecta. Solo unos cuantos golpes pero nada más. Y se los merecía por hija de puta.

—Bueno, confío en su palabra. Pero hasta ahí nomás. Después hay que ir a ver cómo sigue. De todas formas nada de jueguitos, cuanto menos enemigos tengamos ahora mismo, mejor.

—Está bien, Manuel. Bueno, ahora voy a ir por Lucía, a ver si adelantamos el plan y nos da suerte en estas elecciones.

—¿Hoy mismo se va?

—Hoy mismo se va —sonrió maliciosamente mientras tomaba de nuevo su vela para ir en busca de Lucía y accionar su malvado plan.  


***

En el cuarto de Lucía se respiraba soledad. Su aliento agonizante presentía su final. Lo único que la mantenía en pie era la esperanza de ver a su hijo otra vez, aunque lo hiciera condenando su alma a un tormento por toda la eternidad. Nada era más doloroso que verse sin él, sin poderlo abrazar aunque sea una última vez y decirle cuánto lo ama. Estaba lista, y él también.

—Permiso —Nora interrumpió sus pensamientos entrando en medio de la noche junto a su vela—, ya es hora de prepararte. Él te está esperando.

—Voy enseguida —susurró Lucía.

Sombras en la noche (#SdV 2)Where stories live. Discover now