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Tercer Acto: Hades y Persefone.

...

Sabía que no estaba en su casa.

Eran las siete de la mañana cuando Taehyung se despertó por costumbre rutinario y lo primero que sus ojos vieron, fue aquel rostro tan angelical que dormía a su lado.

Si Jeon fuera así de dulce y etéreo siempre como cuando duerme, quizás, solo quizás, no le tendría tanto rencor como le tiene en estos momentos.

Utilizar rencor era muy fuerte, por lo que optó utilizar la palabra disgusto en estos momentos.

Pero él también es un idiota por culpar a Jungkook de lo que sus ojos vieron ayer. Él sabía que Jeon trabajaba en eso, que era el dueño absoluto del bajo mundo de Sur Corea y Asia, por lo que tenerle disgusto por su show de ayer era algo extremadamente infantil de su parte.

Como decían los jóvenes actuales con los villanos de historias ficticias: No hay que cambiar al psicopata, solamente hay que aprender a amarlo... aunque sea capaz de destruir el mundo con tan solo tenerte a su lado.

Pero... ahora eran amantes. Esa era la cuestión que mantiene a Taehyung incómodo. Se supone que tu pareja es aquella persona que decidías tener como un par a tu lado y debía ser la que cuidará de ti como tu cuidas de él, ya sea tanto física como psicológicamente, y para la desgracia de Jungkook, el pequeño príncipe no se conformaba con solo tener su cuerpo libre de maltrato de cualquier forma física, sino que también le importaba mantener su psiquis segura y con una base estable de la cual pueda sostenerse.

Mantener su mente sana era algo prioritario para Taehyung, ya que es algo por lo que trabajó mucho tiempo para mantenerla sana. No era secreto que durante su instancia en la marina recibió ayuda psicológica de primera, y en la universidad siguió asistiendo a terapia para mantenerse cuerdo. Su infancia fue algo difícil, ya que su madre nunca fue la mejor mujer del mundo y aunque su padre era amoroso y atento, su trabajo hizo estragos en la relación del pequeño Taehyung y él. El abuelo era otra historia, siempre estuvo con él a pesar de todo y su edad, pero que su muerte haya llegado en un momento difícil para el muchacho había causado una depresión de la cual aun no se libera del todo.

Y ahora llegaba él. Jeon Jungkook era un enigma. Quizás estaba más trastornado que él, si, eso era un hecho, pero a diferencia de Taehyung, el mayor no había hecho absolutamente nada para espantar los fantasmas del pasado que ahora consumían a su persona, convirtiéndolo en un ser grotesco y cruel capaz de destrozar todo a su paso si así lo quería.

Era todo muy confuso, por lo que su cabeza comenzó a doler y decidió dejar de pensar, porque como decía Seokjin, a veces era mejor no cuestionar a Jeon y solamente acatar a lo que pedía, así te ahorrarías varios traumas y agentes estresantes que interfieran en tu día a día.

Suspiró fuertemente mientras dejaba de acariciar el añiñado rostro de Jeon.

Se salió de entremedio de los brazos de Jungkook con sumo cuidado de no despertarlo y de forma sigilosa, caminó hasta el baño, no sin antes tomar su celular que se encontraba en la mesita de noche.

Ya sentado en el WC, se dio cuenta de que Misuk le había avisado que tenían algunos días libres, a petición de Jungkook. El rizado suspiró fuertemente mientras negaba con la cabeza.

Domination // JJKxKTHWhere stories live. Discover now