37.

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-No, no quiero. No puedes obligarme a hacerlo, Harry. -susurro apenas mientras Harry me rodea con sus brazos la cintura y comienza a arrastrar mi cuerpo hasta la puerta de entrada. -Harry, Dios mío, te mataré en cuanto me sueltes.

-Ese es el problema, querida Erin. -susurra él y me levanta hasta que quedo a mi altura normal. Ahora se acerca a mi oído y vuelve a susurrar. -No podrás jamás.

Y dicho esto, abre la puesta aún manteniendo mi cuerpo contra el suyo. Lanzo un bufido de protesta y ya es muy tarde. El blanco y negro de la sala de el chico que me tiene cautiva, inunda mi visión.

Harry me suelta y pone pestillo a la puerta. Alarga su mano y tantea la pared en busca del interruptor de la luz. Cuando lo encuentra, prende la de la sala y el pasillo que guía hasta la cocina.

-Me dijeron que estarían esperando en el jardín trasero. ¿Estás bien? -pregunta posicionándose frente a mi.

Yo alzo la vista hasta sus ojos y tiro de mi pequeña chaqueta hacia abajo. Me he puesto esa, que es de un tono verde musgo, junto con unos pantalones negros y una pequeña y delgada remera blanca. Harry me mira de reojo y sonríe lentamente al mismo tiempo que pasa sus manos por detrás de mis orejas, dejando unos mechones rebeldes tras ellas. Ahora las descansa entre mi nuca y mandíbula.

-Teniendo en cuenta de que, -alzo mis brazos y hago comillas con mis dedos. -literalmente me arrastraste hasta aquí, no tengo otra opción que estar bien.

-Puedo decirles que te haz enfermado o algo. -comenta acariciando el borde de mi mandíbula.

-Estaré bien, nadie puede ser peor que tú. -digo sonriendo. Harry rodea los ojos y baja sus manos hasta entrelazar las mías. Suspira e inclina la cabeza preguntándome si de verdad estaré bien, yo asiento con la cabeza y el comienza a caminar.

Los recuerdos de su familia, están rodeando nuestros cuerpos ahora mismo, colgados en las paredes blancas que llegan hasta la puerta de la cocina. Harry la empuja y deja que pase yo primero. Está oscura y por la puerta del jardín trasero, se ve un poco de luz. Él da un pequeño apretón en mi mano y yo me volteo para encararlo.

-Me da una vergüenza tremenda pero realmente es un honor conocer a tu hermana, Harry. -musito y el me mira a través de sus ojos, brillantes y grandes. -Estaré bien.

Harry sonríe de oreja a oreja y tira de su mano hasta que choco con su cuerpo. Pasa sus manos por mi espalda y me envuelve en un abrazo. Siento su corazón latir rápidamente contra mi oído. Luego, me separa y posa un suave y rápido beso en mis labios.

-¿Y aún así, dices no saber por qué me gustas? -pregunta sin despegar su vista de mi. Me encojo de hombros y tomo aire para luego exhalarlo en segundos.

Él comienza y sin soltar mi mano, abre la puerta blanca que lleva hasta su familia, deja que pase y mis pies tocan el césped. Volteo lentamente cuando Harry llega a mi lado y juntos observamos el panorama frente a nuestros ojos.

Una mesa de vidrio con base de color blanca, está en el centro y a su alrededor, en las sillas del mismo color de la base, descansan dos personas. Lynn y el señor Styles. Ella está riendo a algo que su esposo y descansa la cabeza en el respaldo de la silla.

Al vernos, inmediatamente se levantan de sus lugares y la primera en venir hacia nosotros, es Lynn. Se ha vestido casual, con un vestido de flores suelto. De la nada, comienzo a sentirme mal por vestirme tan informal, le pregunté a Harry antes de llegar y el me respondió así:

"Si tú estás "informal", entonces yo soy un vagabundo a tu lado."

Así que supongo que todo está bien.

-¡Erin! -grita y me abraza efusivamente. Está un poco fría y quizás sea porque ya está oscureciendo y estaban al aire libre. -Dios mío, yo sabia que algún día pasaría. Te lo dije, Harry.

-Mamá... -protesta el a mis espaldas y se abraza a si mismo. Yo rodeo los ojos y sonrío hacia Lynn.

-Déjala ya, Harry. Ahora es mi momento de elogiar a la chica, ¿no es así, Erin? -dice una voz un tanto ronca.

Y con ese pequeño y mínimo detalle, en lo grave que es su voz, reconozco que son hermanos de verdad. Me volteo t veo a la chica de cabello color rubio ceniza, trenzado hasta el final en una fina trenza. Tiene los labios fundidos en labial rojo y hace que contraste con su suéter azul marino y me sonríe ampliamente.

-Mi nombre es Gemma, gusto en conocerte.

-Igualmente, Gemma. -contesto sonriéndole al momento que estrecho mi mano con la que ella me extiende.

Siento que mis mejillas se empiezan a volver rojas y escucho que Harry se acerca lentamente. Volteo cuando siento el césped crujir a unos centímetros de mi cuerpo y lo veo. Parece reconocer la expresión de mi cara por lo que se pasa una mano en el pelo y reacciona.

-Muy bien. Muy bien, ahora un abrazo grupal. Vengan aquí. -pasa un brazo suavemente por mis hombros al igual que en los de su hermana, acerca su cuerpo haciendo que el de nosotras también lo haga.

-No vuelvas a tocarme otra vez, H. -murmura Gemma tras sus brazos. Algo en mi interior reacciona porque ella lo ha llamado "H". Harry me suelta y envuelve con su otra mano a su hermana, de modo que ahora está encerrada entre ellos. -Déjame. -grita sofocada mente. Harry comienza a reír y forzar su brazos por lo que su hermana grita bajo ellos. -¡Mamá!

-Harold, ya. Basta. -dice Lynn encaminándose hasta ellos. Harry separa a Gemma de sus brazos y ésta lo empuja. -Recuerda que Erin está aquí aún.

Harry alza la vista y me sonríe ampliamente. Sé que está feliz y tanto así, que los hoyuelos de su rostro permanecen en su lugar tanto tiempo, que creo que podrían quedarse allí para siempre. Pero entonces, cambia su peso hacia el otro pie y las luces de Navidad que decoran las cercas del jardín, iluminan directamente hacia sus ojos.

Sin dejar de sonreír, quiere reír pero lo reprime dejando una expresión sexy.

-No creo que se pueda llevar una peor opinión de la que ya tiene de mi, mamá. -murmura mirando directamente a mis ojos.

-¿Es verdad Erin? -pregunta Lynn cruzándose de hombros. Escucho una risa del fondo y dirijo mi mirada hasta allá. El señor Styles ríe a carcajadas y me saluda con la mano desde allá. Le sonrió en modo de saludo.

Debe de estar aún débil.

Pienso en la pregunta que me hizo la mamá de Harry y comienzo a entrelazar todo lo que pienso de él. Siento que, a pesar de todo, es una de las mejores personas que conozco y jamás conoceré en la vida.

Lo observo y ahora está con las manos en los bolsillos. Su hermana le dice algo al oído y este ríe por el comentario. Sin esos rulos rebeldes que inundan su cabeza creo que estaría desnudo. Al igual que sin esa sonrisa hermosa que tiene, o tal ves, sin esos ojos y hermosa boca que se roban la popularidad de su rostro.

Entones en el mío comienza a surgir una sonrisa que oculto mirando hacia abajo.

-Si supiera lo que pienso...

Lynn se echa a reír con lo que digo y Gemma la sigue. Harry se limita a fruncir el ceño y dejar sus labios en una línea recta que destruye a los segundos por una sonrisa. Se acerca a mi y me abraza por la cintura pero antes que lo aleje de mi, por la presencia de su familia, me da un suave y tierno beso en la frente.

-Con eso basta. -dice rodeando los ojos y nos lanzamos a reír junto a los demás.

....

Yujuuuu! Por fin es miércoles! Esta semana he estado llena de pruebas por lo que estoy estresada al máximo. Aparte, no me ha ido muy bien.

Espero que a ustedes si, y están bien, besos,

Monse.

Leave Me Speechless  (h.s)Where stories live. Discover now