8.

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-Así que resulta que eres un cerebrito también en Historia -le digo a Harry quien mira con sorpresa su sobresaliente. Nos habían hecho hacer una investigación sobre la Revolución Rusa. Resulta que era algo mas que el Domingo Sangriento.

-No me molestes, Erin -responde el con una sonrisa de oreja a oreja. Hoy en la mañana, Jake había pasado a nuestro lado sin hacer ni el más mínimo comentario. Si quiera un saludo. Harry estaba contentísimo por eso. -Aparte, solo te gano por dos notas, así que no eres tonta.

-Pero mira qué halago es ese -le doy un golpe en el hombro. Hoy viste otra remera blanca pero esta vez tiene unos estampados que son como trazos de líneas negras. Me gusta cómo se le ve. Su pelo descansa alborotado en su cabeza como siempre.

El suelta una risa y se echa hacia adelante en la silla. Estira sus largas piernas de modo que puedo verlas desde mi puesto a su lado. Las botas típicas están cruzadas en una pose de desinterés. Y de repente, una gran zapatilla roja pasa por ella y la aplasta.

-Ups, no me di cuenta -dice Jake.

Harry se sienta bien en su silla y mira su cuaderno. -pero mira, otro sobresaliente -añade levantando el informe. -Deberías volver a ayudarme en los míos, Harry.

Oh, por favor, ¿Hacia eso? ¿por qué mierda no hace los trabajos solo? prefiero mil veces sacarme una mala nota que hacer que los demás trabajen por mi. Es decir, si, obviamente he copiado en algún examen, pero no en todo el examen. Tiene que tener cara de hombre para tener un alma de hombre. No saca nada con tener solo una cara bonita.

-¿Por qué no estudias mejor, Jake? -le digo. Jake carga el peso de su cuerpo a un pierna y se cruza de brazos. Sonríe ampliamente. -Digo, si te das el tiempo para copiar, fácilmente debes tener un lugarcito en tu cerebro donde entre la materia, ¿Verdad?

-Habló la guardaespaldas... -musita riendo. -Mira, Erin. Hago lo que quiero y cuando quiero. Nadie me dirá qué hacer.

-Harry tiene el mismo derecho que acabas de decir, así que mas te vale dejarlo ser.

Ya estaba perdiendo los hilos. ¿por qué no lo dejaba y ya? Harry es una buena persona y ni merece todo esto.

-Lamentablemente, el jueguito de Harry debió expirar hace años, pero es que es taaan divertido, que me obliga a seguir -si tan solo sacara es maldiga sonrisa. -De verdad, Erin, el me lo hace difícil.

-Deja de hacer esas cosas, Jake. Si te pusieras por alguna vez en su lugar...

-¿Te crees que yo querría estar en su lugar? -me interrumpe Jake. -Wow, Erin. Tengo niveles y una dignidad que cuidar.

Unas risitas se escuchan por detrás de él y no dudo en darme cuenta que son sus secuaces.

-Jake...

-Déjalo ya, Erin -susurra Harry a mi lado. Ha alargado su mano y la ha envuelto en la mía para tirar de ella para que me siente. Hago caso omiso y me suelto.

-Jake.

-Si, claro, Erin. -y suelta una carcajada enorme.

Eso hace que me de la vuelta a mi puesto y me plante delante de el. Es algo pero no tanto como Harry pero de igual manera, debo inclinar un poco mi barbilla para mirarlo bien. El me mira con una sonrisa ladeada pequeña y sus ojos abiertos.

-¿Qué debe pasar para que lo dejes en paz? -musito mirándolo a los ojos. A esos lindos ojos caramelos que viven un ser horrible.

-Lo pensaré y te lo diré, primor. -se acerca y me da un beso en la mejilla. Me separo rápidamente y le doy un golpe en el pecho.

-No te atrevas a tocarme...

-!Eh! ¿Qué pasa ahí? -grita el profesor mirando en nuestra dirección. Levantó una mano y la agito en señal de desinterés. Me siento en mi puesto y me estiro como hizo Harry hace unos momentos.

-No olvides levantar los pies, Jake -le digo sonriendo. El rodea los ojos aun sonriendo y se da la vuelta.

Harry va a mi lado mirando el suelo con las manos llenas de cuadernos rozando su remera negra. Solo hemos coincidido en una clase después de la mañana de historia, por lo que no hemos hablado mucho. Me espera mientras desató la bici y me monto en ella. Sus pisadas bastan para vaya andando a su lado. Cuando llega el momento de doblar en dirección a mi casa, me volteo a el.

-¿Quieres ir a mi casa? Así podremos estudiar para el examen juntos.

-No puedo -dice y sigue avanzando en dirección opuesta. Conduzco más rápido y quedo a su lado otra vez.

-¿Estás bien? No me haz dirigido la palabra desde la mañana, yo...

-¿Qué parte de "Déjalo, Erin" no entendiste? -dice y se voltea mi. -¿Qué es tan difícil de entender? Digo, son solo 2 palabras, y ya te dije que no eras tonta. ¿Por qué no lo dejaste y ya?

Está enojado. Jamás lo había visto así desde las 2 semanas que han pasado. Sus ojos esmeralda irradian furia al igual que cada célula que habita su cuerpo. Sus puños están blancos de la rabia que tiene.

Y todo es por mi.

-Vamos, Harry -me bajo de la bici y me acerco a el. Pero el empieza a retroceder de espaldas con las manos levantadas. -Harry, yo solo te estoy ayudando, ¿Qué no entiendes?

-Claro que lo entiendo, Erin. De verdad y muchas gracias por cierto. Pero te aseguro -se acerca a mi y levanta un dedo para enfatizar lo que dice -Te aseguro por todo lo que existe en este mundo, que el no parará aunque se lo diga el presidente. -ahora sonríe y se empieza a alejar de espaldas otra vez. Menea la cabeza y me mira. Sus ojos estaban furiosos pero tenían algo extraño que no puedo interpretar. -Y te aseguro, y estaba vez te lo aseguro por todo lo que he tenido que pasar con ese imbécil... que por lo que hiciste, ahora será peor. Mucho peor.

Helloooooooo, cómo han estado? Espero que muy bien porque todo es increible. Les agradezco a todos los que han estado leyendo la fic porque me hace demasiado feliz!!!! sigan haciendolo porque esto seguira creciendoooo!

Besos,

Monse.

Leave Me Speechless  (h.s)Where stories live. Discover now