"Rey Rojo" [Naruto DxD]

Capítulo 5

Capítulo 5. Cumbre de los young pilares. Parte I

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La noche había caído sobre Netherworld, y la mayoría de los diablos de la nobelza, residían en sus mansiones es tranquilamente, ignorando lo que pasaba en las calles de sus territorios diariamente. Este era el caso en la región central de Lilith, era la capital del Netherworld y la ciudad donde Sirzechs Maou Lucifer residía junto a su esposa y su pequeño niño.

En uno de los tantos callejones oscuros que decoraban la ciudad, habían cuatro personas reunidas. Uno de ellos tenía orejas de gato negro y dos colas del mismo. Era alto y algo fornido, y una horrible cicatriz atravesaba su ojo derecho, llegando hasta el mentón.

En las manos de este hombre habían un par de frascos con el líquido típico de las Phoenix Tears, eran unos cuatro frascos de tamaño medio y llenos hasta el tapón que evitaba que se desbordarse.

"Con estas cuatros, sumamos un total de veinticinco lagrimas. Son muy pocas y el no estará muy contento." Habló el nekoshou, miró los frascos luego de desviar la mirada de sus compañeros. "Nos matará si no cumplimos nuestra parte del contrato." Volvió a hablar.

"Entonces, cállate y ponte a trabajar más. Shi~." Frente a él había un pequeño ser de piel azulada, cabellos blancos como la nueve misma, ojos cristalinos y orejas puntiagudas y algo alargadas. "No se supone que tendrías una estrategia para tener nuestra propia máquina de lagrimas. La última se murió."

"Hn." Bufó el nekoshou girandose a un lado, dejando su mirada fija en la luz que se hallaba en la entrada del callejón, a unos metros de donde ellos estaban. "No les he mentido, simplemente aún no es el momento."

"Y entonces cuando. ¿Eh?" La voz acelerada de un hombre joven de cabellos naranjas resonó en los oídos del nekoshou irritablemente. "Nekirou, no estamos jugando. Si no entregamos la mercancía nos van aniquilar." La voz del hombre estaba claramente nerviosa, titubeaba en algunas palabras y sus manos temblaban de vez en cuando.

El nekoshou se giró una vez más hacia sus compañeros, a pesar de la desconfianza que estos tenían sobre él, Nekirou estaba cien por ciento seguro de la eficacia que tendría su plan. No iba fallar, no lo pensaba, ni tampoco podía.

"La cumbre. Debe empezar la cumbre para que nosotros podamos ejecutar mi plan." Sentenció firmemente. Arrecostado a un pilar en el callejón, lo miró atentamente un youkai callado. Mostrando con orgullo sus dos orejas blancas y su fina cola de tigre. "Y es obvio que no fallaremos." Sonrió, siendo acompañado por dos de sus compañeros y la fría mirada del tiger-youkai.

......

El cielo del Netherworld una vez más fue acompañado por el brillante y poco caluroso sol. Hoy era uno de esos días, que los demonios ansiaban su llegada, era la Cumbre de los jóvenes Pilares, el lugar donde estos ya comenzaban a actuar como la cabeza de los clanes.

Compra e intercambios de territorios, cedicion de miembros en la peerage, y quien sabe cuántas cosas más. El Leviatán original había creado dicha acción para preparar a los jóvenes herederos, convertirlos en líderes totalmente dispuestos e impecables. A esta reunión anual, solo podían entrar los herederos a los 72 Pilares y un simple acompañante. Los que tienen su peerage en juego, eran acompañados por una pieza y los que no, simplemente iban solo o con otro acompañante.

Rahkeid comenzaba a prepararse para su cuarto año en la Cumbre. Se vistió de ropas galantes en colores rojos, con lineas y broches bordados en oro. Pantalones y zapatos más oscuros, y en la planta de los pies, tenía un diseño de una línea girando, algo que mandó a hacer luego de que le llamara su atención.