¿Me concede esta pieza, su majestad? /Shadowpeach

Blood in the Water

MK había tratado de explicarles a sus amigos sobre aquella chica que conoció, lo siniestro que había en ella, la vibra que le gritaba no era alguien normal, pero fue demasiado tarde cuando una voz susurrante y fría le llegó a los oídos.

—Te encontré— Toda la ciudad pareció sumirse en una bruma, Monkie Kid no pudo verla, pero sintió en el escalofrío en su espalda dónde ella estaba, su magia de hielo había empezado a escarchar el piso.

Sólo el horrible crujido de la tierra fue el aviso de los ciudadanos para salir de sus casas, mirando el cielo ennegrecerse cuando el suelo se partió en dos, la temperatura les cortó el aliento, de repente se encontraron temblando ante los grados bajo cero de las calles asestadas de escarcha. 

Un temblor sacudió sus cabezas, un enorme rayo anunció la llegada de algo más grande, el emerger de un gigantesco robot imbuido por una magia desconocida pero igual de oscura que la de su dueña. Los edificios cayeron como bloques bajo sus pies robóticos, la risa de Lady Bone Demon pareció hacer eco en el aire, atrayendo relámpagos y truenos que asustaron tanto a niños como adultos. Gritos se escuchaban por cada rincón de Megapolis, presas del pánico, las personas corrieron tratando de salvarse de los derrumbes o de los picos de hielo que surgían del suelo, no todos tuvieron la misma suerte, siendo atravesados por ellos a la vista de toda la ciudad, parejas, familias y almas solitarias gritaban por ayuda, resonando en los oídos de Xiaotian.

La histeria colectiva de los humanos parecieron divertir a la dama de huesos, riendose de la caída de toda una sociedad, los hilos estaban girando en marcha perfecta, tal como lo había planeado. Un rastro de destrucción le siguió tan rápido que el heredero no pudo haber prevenido incluso si quisiera, siendo golpeado hasta que la arena del desierto que limitaba a la ciudad le cubrió los talones. La mujer caminó hacia él, con aquellos ojos escalofriantes apuntándole al alma.

—¡MK, aléjate de ella!— escuchó gritar a Mei, y lo hubiera hecho de no haber permanecido congelado bajo la mirada celeste del espíritu de huesos.

—¿Crees que puedes huir del destino?— preguntó con falsa dulzura, dando un paso mientras el humano temblaba.— me diste todo lo que necesitaba, has perdido— declaró riendo, poniéndole los pelos de punta, Xiaotian se obligó a tragar saliva, sujetando con firmeza su bastón antes de correr hacia ella.

—¡No te dejaremos avanzar!— declaró mientras trataba de conectar un golpe, todo fue inútil, y lo que él no pudo notar mientras ambos luchaban, sus amigos así.

Había algo raro en la forma en la LBD no intentaba detener sus ataques, no importaba los poderes que ella usara, sólo lo evitaría mientras MK se debilitaba cada vez más, sudando a mares y con el cabello hecho un desastre, el peso del bastón comenzaba a dolerle las manos. Tang los estudió a ambos, alternando su vista entre el chico y el círculo mágico arriba de sus cabezas, cuando la dama de huesos detuvo un ataque de las 72 transformaciones, una nueva runa apareció, y fue como si una bombilla se encendiera en la cabeza de Tang.

—¡MK, sal de ahí!, ¡Ella quiere esto!— gritó el erudito desde la nave de Sandy, los demás lo miraron confundidos y asustados, el heredero apenas pudo voltear un segundo cuando tuvo que detener el golpe que LBD le propinó, sujetando su bastón con fuerza frente a él. Las runas siguieron apareciendo.—¡Está haciendo algo, deja de atacarla!— la mirada del espiritu se afiló, torciendo su boca mientras mandaba una ola de picos congelados en su dirección, estaban siendo bastante molestos.

El niño no pudo llegar a tiempo, mirando aterrorizado como los pinchos filosos se precipitaban a la nave que sobrevolaba cerca del suelo, atravesando cualquier metal tirado en la arena, sus amigos no resistirían más que ellos. Al menos hasta que una ola sombría parecida la contrarrestó.