House of Memories

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Las viejas hojas caídas de los árboles en la acera crujieron bajo las pisadas de un misceláneo  grupo de humanos y demonios. El atardecer se abría paso con fuerza sobre la mañana y la gente de la ciudad comenzaba su rutina, con sus habitantes fuera del trabajo y de las escuelas, el ocio reinaba en Megapolis.

Mei y el resto de los chicos arrastraron a un abatido MK a lo largo de las calles desérticas de un barrio semi abandonado en el suroeste de la ciudad. El chico arrastró sus pies contra el concreto, deseoso de estar en cualquier otro lugar menos a dónde sea que sus amigos lo estuvieran dirigiendo, no tenía energías para salir de la cama, y pensaba que al ser hoy su día libre al menos podría descansar y sentirse miserable en la comodidad de sus sabanas.

¿Cuánto tiempo había pasado ya?, Xiaotian no lo sabía, pero recordaba perfectamente el momento en que llegó a Flower Fruit Mountain a pedido de su maestro, sólo para enterarse que Monkey King había decidido irse de vacaciones y dejarlo a su suerte.

Sí, de acuerdo, Wukong estaba jubilado y se supone que los viajes son una parte fundamental de ello. Pero había tantos problemas a la vuelta de la esquina que no se sintió bien descansar, MK no lo haría, y seguía sin estar listo, necesitaba entrenar, ¿Qué se supone que haría MK sin él?

Se sentía frustrado, enojado, pero sobre todo triste, ¿Acaso tener un sucesor no era una razón suficientemente válida para hacer que su maestro se quedara?

Xiaotian no estaba pidiendo atar a Wukong a un lado suyo para toda la eternidad, no estaba demente. Sólo quería tener la seguridad de que alguien estaba viendo sus pasos y pudiera intervenir en el momento en el que él no fuera suficiente para proteger su amada ciudad, si fallaba y Wukong no estaba cerca para salvarlos, Megapolis estaría perdida.

—¡Anímate MK, estoy segura que te vas a divertir!— Clamó una entusiasta Mei mientras jalaba del brazo al sucesor para apresurarlo, los altos edificios bloquearon la mayor parte del hermoso cielo azul sobre sus cabezas, ventanas rotas y pintura desteñida por el abandono y la antigüedad fue parte del panorama que los recibió en ese lado de la ciudad, el sonido de un gato siseando les puso los pelos de punta a Pigsy y Tang, pero los más jóvenes parecieron ajenos a ello, MK en su nube de autodesprecio y Mei intentando traerlo de vuelta a la vida.

—Déjame recordar por qué vinimos a esta zona de Megapolis y no a un parque de diversiones, o literalmente cualquier otro lugar que no fuera este— Se quejó Pigsy con una mueca, mirando con fiereza al erudito, este se ajustó los lentes, volteando a todos los lados de la calle con preocupación, juraría que las sombras parecieron moverse.

Prestando atención al demonio cerdo, el monje se aclaró la garganta, sacando de su espalda un cartel.

—Porque, el viejo teatro de la ciudad será demolido pronto y para despedirlo se realizarán una serie de funciones especiales, para rememorar su época de oro— Explicó el hombre de cabellos negros, volviendo a ajustarse sus lentes, el sol se reflejó en ellos, haciéndolos blancos por un instante.— La presentación de esta noche se titula "El héroe y el guerrero" creí que a MK le gustaría— Explicó complacido, a Pigsy le dio un tic en el ojo.

—¿Qué si le gustaría?, ¡Sólo míralo, el chico está así justamente porque su héroe lo abandonó!— Siseó en voz baja para que los niños no lo escucharan. —No sé en qué diablos estaba pensando Monkey King cuando decidió irse, pero más le vale que sus vacaciones terminen pronto o yo mismo iré a buscarlo, no me sirve de nada un repartidor deprimido— Refunfuñó mientras caminaban cuesta arriba.

Su conversación se vio cortada cuando la sombra del antiguo teatro los eclipsó a todos, las luces del interior se escaparon por las puertas y sobre la cabeza de la mujer que atendía la taquilla de entrada, algunas pocas personas se acercaron con curiosidad, pero aún así la fila fue prácticamente inexistente. Las grandes telas moradas que colgaban de los arcos de estilo tradicional permanecieron tristes y rotas, como si estuvieran enteradas del destino final de la estructura sobre las que colgaban.

¿Me concede esta pieza, su majestad? /ShadowpeachDonde viven las historias. Descúbrelo ahora