Dynasty

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El humo se elevó al cielo en columnas difusas, contaminando el aire a su paso.

Macaque corrió por debajo de los edificios envueltos en llamas, las estructuras crujiendo y los paneles de vidrio desprendiéndose desde los rascacielos hasta estrellarse contra el asfalto fueron los únicos avisos que recibió antes de que las grandes construcciones colapsaran por su propio peso, desmoronándose en trozos de metal y concreto. No eran los primeros edificios que se derrumbaban en lo que iba del día, y no serían los últimos.

La paz se vio quebrada en el momento en el que Demon Bull King atacó.

La ciudad había funcionado como siempre, con tráfico interminable, personas disfrutando de su día y la monotonía de la rutina, la gran Megapolis permanecía tan bulliciosa como siempre hasta que, de un momento a otro, de la cúspide de la montaña más alta emergió un grito aterrador, congelándole los huesos a quien escuchara, cientos de miles de clones toro aterrorizaron las ajetreadas avenidas y callejones, sembrando el caos y la destrucción, la ciudad no tardó en sucumbir ante la miseria.

Para su mala suerte, Liu er se encontraba vagando por la urbe esa tarde cuando el infierno se abrió frente sus ojos.

El demonio toro no había sido visto desde aquella humillante derrota a manos del heredero dorado, alías Monkie Kid, pero Macaque sabía que sólo era una cuestión de tiempo antes de intentar un agresivo resurgimiento y aquí estaba ahora, listo para la segunda ronda.

Pero algo no parecía seguir el modus operandi de Niu, quien solía ser un idiota cuando se trataba de apoderarse del mundo.

No fue muy dificil intuir la identidad de la verdadera marionetista que movía los hilos detrás de todas esas acciones cuando, desde la seguridad de las tinieblas, el frío le atravesó el alma.

Lady Bone Demon había encontrado la forma de escapar de su prisión.

¿Cómo era posible? Macaque no sabía, pero ahora mismo había mejores cosas por las cuales preocuparse.

Con el espíritu de huesos nuevamente libre en el mundo de los vivos, ningún lugar era seguro, tarde o temprano ella lo encontraría, Macaque no podía quedarse quieto y esperar a que eso sucediera.

Mientras corría entre las sombras y los tejados, pudo ver a MK y su equipo poniéndose en marcha metros más abajo en las calles desoladas, apilados en esa tonta camioneta de entrega de fideos, los héroes se dirigieron hacia el corazón de Megapolis.

Una acción bastante predecible del niño, excepto por un detalle.

No había ni un sólo rastro de Wukong.

Deteniéndose en uno de los balcones de un hotel, sus orejas se agitaron fuera del glamour, recorriendo todo el panorama con la mirada, ningún atisbo o pista del mono dorado en el lugar.

Conocía a la perfección la mala costumbre de Wukong por llegar tarde cuando el mundo estaba en problemas, sus "elegantes retrasos" les habían costado a ambos cientos de cicatrices no duraderas en el pasado, y a los humanos millones de yuanes por gastos en daños materiales.

Siendo Bull King uno de los juguetes favoritos de Monkey King para romperse la cara en una batalla, era sorprendente que no estuviera ya en la cima luchando contra él o con la Princesa Iron Fan, ni un solo ciclón mortal había sido convocado desde la fuente de toda destrucción, fuera de los gritos, todo estaba inquietantemente tranquilo.

Eso... eso no era normal.

Sus pasos se detuvieron en cuanto se encontró en un callejón solitario, si seguía por ese camino podría fácilmente escabullirse lejos de la ciudad en un escape perfecto fuera de las garras de la bruja de hielo.

¿Me concede esta pieza, su majestad? /ShadowpeachWhere stories live. Discover now