¿Me concede esta pieza, su majestad? /Shadowpeach

Curses

El viento golpeó salvaje su rostro impasible, mechones dorados agitándose en el aire y contra sus mejillas. Por un momento, las largas pestañas negras cubrieron los orbes citrinos del rey; La nube nimbo giró hacia su derecha, esquivando nubarrones pálidos que dormitaban en el cielo celeste.

El mar debajo suyo se estrelló tempestuoso contra las altas piedras que sobresalían en punta hacia la superficie, arcos mohosos y con moluscos al descubierto donde la marea bajó su nivel, las aguas traicioneras gritaron en alerta al forastero: huye. Pero era demasiado tarde para eso, había llegado tan lejos que cualquier ruego desesperado a estas alturas  cayó en oídos sordos.

No tardó más de una hora a partir de ese punto cuando el agua comenzó a congelarse y la temperatura descendió hasta desatar una pequeña tormenta de nieve que le heló los huesos, el mar terminó su dominio y dio paso a las tierras gélidas que incluso los humanos evitaban, sin flora y sin fauna, el lugar parecía tan muerto como la última vez que tuvo la desgracia de estar ahí. 

Ajustando el broche del cuello de su capa, el manto rojo lo protegió del horrido frío de la intemperie, el gorro cubrió sus orejas, aliviando parte del ruido que el corte del viento provocó.  

A la lejanía, un enorme banco de niebla comenzó a disiparse mientras más cerca se encontraba la nube sobre la que viajaba Monkey King, una montaña surgida desde lo más profundo del infierno se erigió en toda su inmensidad sobre sus hermanas, un rayo golpeó la cúspide con sórdido azote, Wukong no pudo reprimir el escalofrío que recorrió su cuerpo cuando el estruendo impactó sus orejas y directo a sus tímpanos.

Incluso si intentara fingir, esto no era ni remotamente parecido a Flower Fruit Mountain, y ya ni siquiera estaba en China, tan lejos de su amado hogar como se encontraba, sintió más frío.

Lo único que le permitió no congelarse en medio de su viaje fue el fuego que parecía quemar su cabeza, las palabras que dijo y que MK pronunció seguían girando con insistencia en su cerebro. Mientras tanto, su nube lo guió sobre las faldas de la montaña, los vestigios de una cascada que perteneció a tiempos más cálidos cuando la vida aún reinaba sobre este lugar quedó en completo olvido y con nada más que la marca fantasma que se negaba a morir, tal vez con la esperanza de lograr renacer un día, pero hace mucho que este sitio no conocía otra estación que no fuera el invierno eterno.

Dándole vueltas a su situación actual, los recuerdos de una conversación  regresaron a su mente, su propia voz exasperantemente indiferente ante las súplicas de un niño cayeron como leña aumentando la fogata de culpa que hacía arder su piel.

"De ninguna manera vendrás conmigo, chico, no convertiré mis vacaciones en una excursión infantil" Exclamó con diversión mientras seguía empacando basura en su maleta sin fondo, sin ser capaz de ver a la cara a su sucesor, el sabio se mantuvo de espaldas a él mientras escuchaba los intentos de su estudiante de hacer que se quedara. 

Ignorando en lo posible al niño, el rey simplemente montó su nube y salió de ahí con una sonrisa a pesar de los gritos del repartidor. Era por su bien y por el de la ciudad, seguía repitiéndose. Hizo lo que pudo para bloquear el ruido en sus orejas, pero la última oración de Xiaotian se quedó incrustada en su pecho como un afilado tempano de hielo.

"¡Bien, vete, yo me quedaré!, ¡Al menos mis amigos nunca me abandonarían!" Bramó el chico en un arranque de frustración, viendo con impotencia como la nube de Wukong, en lugar de detenerse o retroceder, se alejó en un estallido, dejando solo una estela de luz a la distancia donde lo perdió completamente de vista.

Cualquier rastro de alegría o calidez en su rostro se esfumó tan pronto estuvo seguro que MK no podía verlo o sentirlo, el niño le había traído tanta felicidad a su vida que no tenerlo cerca y con la total incertidumbre de saber si volvería a verlo o no, fue como devolver el humo que había plagado su vista desde que Macaque murió. Xiaotian no estaría solo, y eso era un alivio, sus amigos lo apoyarían en donde su mentor le había fallado, ¿Pero quién lo protegería si algo malo ocurría antes que Wukong pudiera terminar su misión?