Not Another Song About Love

1.4K 109 19
                                    


Wukong sabía lo que tenía hacer, el tiempo se le estaba agotando, ahora tenía al alcalde pisando sus talones y Lady Bone Demon avanzaba cada vez más a medida que la tierra se congelaba debajo de sus pies.

El cielo nunca fue un lugar que recordara con cariño, muchos idiotas vivían ahí arriba sin preocuparse por lo que la humanidad y el resto enfrentara en la tierra, pero oh, siempre se sentían tan con derecho de opinar. 

Su nube lo dejó fuera de los muros del gran palacio de loto, cerca del templo que custodiaba el tercer príncipe, Nezha estaría furioso con él después de esto, pero no es como si el dios no fuera un cascarrabias con él de todas maneras. Mirando a su alrededor, pudo ver como el sol comenzaba a descender, en unas horas la tarde se convertiría en noche y habría perdido otro día contra la dama de huesos, tenía que dejar atrás todos los remordimientos que le estuvieran carcomiendo la conciencia, al menos por ahora que necesitaba estar enfocado.

—Nezha, te juro que esta vez es por un bien mayor— murmuró el rey para sí mismo, pero antes de poder dar un paso al interior el tiempo pareció detenerse, el piso debajo suyo cambió del prístino mármol blanco a un morado profundo, Wukong parpadeó confundido.

El palacio había desaparecido, reemplazado por nada más que oscuridad.

El sonido de una gota cayendo desde algun lugar al suelo rompió el silencio, erizándole la piel; a lo lejos, una sombra se hacía cada vez más visible, el sabio tuvo que entrecerrar los ojos para enfocar la figura que se acercaba a la luz.

Los pasos se hicieron más fuertes, más cercanos hasta que el rey pudo ver de quién se trataba.

—¿Macaque?— Llamó sorprendido, haciendo que el demonio lo mirara, pareciendo tan confundido como él.

—¿Wukong?— preguntó de vuelta. —Peaches, ¿eres tú?— El sabio miró a su alrededor, notando que su cuerpo era semi traslúcido.

—Eso parece— murmuró. —¿Qué está pasan- una conexión astral— se interrumpió antes de terminar, habiendo recordado la última vez que ambos habían acabado así, tomándose un segundo para observar a la sombra, su ropa estaba hecha jirones en varias partes, su cabello despeinado como si hubiera corrido un maratón.

—¿Qué rayos te pasó?, te ves como un desastre— exclamó, señalándolo de pies a cabeza, Macaque se ofendió, llevándose una mano al pecho.

—¡¿Yo?!, ¡habla por ti mismo!, no es fácil limpiar tu desorden— siseó mordaz, acercándose de golpe mientras lo empujaba con un dedo.—¡¿Qué demonios pasa contigo?, ¿tienes alguna idea de lo que el niño ha estado teniendo que lidiar desde que te fuiste?!— reclamó, tirando del pañuelo de su cuello, Wukong se quedó quieto, sorprendido por su arrebato.

Pronto su mirada cayó, pensando en el chico que dejó atrás, el mono de las sombras notó su ánimo, tomando una bocanada de aire mientras relajaba su agarre.

—Nadie te ha visto en casi cuatro meses, ¿en dónde te metiste esta vez?— preguntó con suavidad, notando al rey hacer una mueca, la mano de Wukong se movió para quitar la suya, pero por alguna razón simplemente dejó su palma contra la suya, suspirando con pesar.

—Es... complicado— exclamó tenso, encogiéndose ante el gruñido de su contraparte.

—Oh, no, a la mierda con eso, estoy harto de jugar tus tontos juegos, ¿sabes que el mundo se está cayendo a pedazos y tu gran idea consiste en huir?— Macaque se movió, sacudiéndole de los hombros, con suerte y hacia que algún tornillo en la cabeza de su ex volviera a su lugar.

—¡No estoy huyendo!— Wukong se defendió, dándole un golpe, enviando al demonio al suelo. —¡a diferencia de ti, estoy tratando de terminar con esto sin lastimar a nadie!— señaló con los colmillos apretados, Liu 'er se burló de él, riendo sarcásticamente.

¿Me concede esta pieza, su majestad? /ShadowpeachWhere stories live. Discover now