𝘀𝗶𝗺𝗽𝗹𝗲 𝗺𝗶𝘀𝘁𝗮𝗸𝗲 ・axozer

07. home sweet home

Luego de unos largos días vacacionales junto a sus amigos, la pareja llega finalmente a su departamento. Arrastrando agotada sus valijas, dejándolas en la entrada del apartamento, Anthea se lanza boca abajo al sofá para abrazarse a uno de los almohadones del mismo y cerrar sus ojos, volviendo a inhalar el dulce aroma de su hogar.

Axo, por el contrario que ella, se limita a reír y a terminar de adentrar las maletas para luego cerrar la puerta del lugar y acercarse lentamente a su novia con el fin de sentarse a su lado. La chica siente como parte del lado de su cabeza se hunde ligeramente cuando su pareja toma asiento allí y se encarga de acostarse en sus piernas, sintiendo segundos después como el blondo acariciaba sus cabellos de manera paulatina.

— Estoy agotadisima —masculla somnolienta la menor, recibiendo un asentimiento por parte de su pareja dándole la razon.

— Lo estamos, vaya viajecito —esboza una sonrisa ladina el chico de lentes, antes de echar su cabeza hacia atrás y cerrar sus ojos disfrutando de la calma de su morada.

— Pero ha estado precioso, los echaré de menos —suelta con un suspiro la chica, abriendo sus ojos para observar la posición de su novio, cosa que le hace sonreír de manera casi instantánea y se mantiene allí, observando cada delicado y hermoso detalle del rostro de Axozer, todas sus lindas facciones y lo relajado que se veía en aquel estado.

— Ha sido una gran convivencia, la verdad. No creí que soportaría a Imantado tantos días —bromea el ojiverde, haciendo reír a su pareja que niega con la cabeza divertida.

— Deberíamos hacer un stream mañana, hoy pretendo dormir todo el día o acostarnos y mirar películas. Lo único que quiero es descansar, en casa, contigo —Ann se incorpora lentamente para poder subirse al regazo de Axo, con el fin de abrazarlo con fuerza y apoyar su mentón en su hombro.

El blondo esboza una sonrisa y asiente a su par, dejándole un beso en la curvatura de su cuello con ternura. — Nada me gustaría más —admite con total honestidad, antes de cargarla por los muslos y caminar con ella hacia la habitación.

Pensando una maldad, mientras siente a su novia dormitarse en su hombro, amaga con correr antes de lanzarse a la cama con cierta brusquedad, buscando no lastimarla, pero si dejando caer todo su peso sobre ella. Scarlet abre sus ojos de inmediato y golpea suavemente la espalda del chico entre refunfuños.

— Eres tontísimo. Que me he asustado un huevo, cojones.

— Ya, pues eso te pasa por quedarte dormida sin mi —le saca la lengua de manera infantil, por lo que la rubia no tarda en vengarse acercando su boca a la de él y tomar entre sus dientes su lengua para morderla y carcajear por la cara de dolor que había puesto el menor.

— Ahora te jodes —se burla ella ante la expresión de falsa molestia que había hecho el contrario.

— ¿Ah si? Ni de coña.

Las manos rápidas de Axozer se apoderan del abdomen de la chica comenzando a hacer unas insistentes cosquillas. Al estar sobre ella, la misma no puede escapar de la situación y ríe desesperada, necesitando que aquello pare.

— ¡Cariño, no, basta! —pide entre lágrimas de risa, removiéndose alterada bajo la figura del ojiverde, quien hace caso omiso y prosigue con su labor de torturar a su pareja con una de las cosas que ella más detestaba.

Al cabo de minutos, entre risas por parte de él y forcejeos por parte de ella, la deja ir quitándose de encima lentamente para que recupere el aire. El rostro de Anthea podía pasar tranquilamente por un tomate que venden en el mercado.

— Te odio, de verdad, te odio mucho —se queja, mientras se incorpora nuevamente con el fin de inhalar y exhalar con más afán. Axo ríe suavemente y forma un tierno puchero en sus labios para acercarlos a los de ella, la cual corresponde a regañadientes.