𝘀𝗶𝗺𝗽𝗹𝗲 𝗺𝗶𝘀𝘁𝗮𝗸𝗲 ・axozer

06. a night to forget.

Las noches de verano en las calles de Madrid eran sumamente cálidas; aún más cuando estaban en una discoteca rodeados de personas ebrias que danzaban al compás de la música moderna que sonaba en aquel establecimiento. El grupo de amigos disfrutaban de estar juntos luego de tiempo sin verse, incluso para algunos siendo la primera vez que se conocían.

Las chicas danzaban entre ellas, pegando sus cuerpos y bebiendo entre canturreos altos de disfrute por lo agradable que estaba siendo la noche. Por su parte, los chicos charlaban entre ellos y compartían copas de bebidas alcohólicas, alguna que otra vez bailaban junto las jóvenes o se limitaban a grabar stories para compartir con sus seguidores.

Anthea no solía beber, evidentemente lo hacía más que su pareja, pero nunca se excedió a un punto de quedar casi inconsciente. Esta noche, había tomado bastante más que otras, por lo que comenzaba a reír tontamente por cosas sin sentido alguno, bailaba a su ritmo, entre pasos que con suerte lograba coordinar, denotando diversión en ellos y dejando expuesta su belleza natural con cada movimiento de caderas.

Axozer observaba entretenido a su novia que bailaba abrazada a Laura, gozando del ambiente ligeramente ebrio que compartía el grupo. Observaba sus movimientos, la manera tan melodiosa que tenía de carcajear, y se daba cuenta que no podía estar más enamorado de la blonda en todos sus estados.

Antes de poder acercarse a ella, la mano de Karchez se posa en su hombro con una sonrisa y se apoya junto a él en el barandal del piso VIP donde se hallaban. El blondo le sonríe mientras sorbe ligeramente de su trago.

— ¿Que tal? ¿andas disfrutando las vistas? —bromea Carlos, haciendo que el contrario riera.

— Hombre, por supuesto —masculla volviendo a fijar su vista en su novia, que por segundos lo observa y le sonríe cálidamente.

— Hacen una pareja hermosa —afirma el castaño, admirando a sus amigas a la ligera distancia mientras sonríe y saluda a las mismas—. Están hace tanto tiempo que ya no me los imagino separados.

— Espero seguir así por toda la vida —suspira Axo, acomodando sus lentes.

— Que si macho, que si. Los imagino de acá a unos años con minis streamers ahí correteando por la casa.

— Joder —ríe nerviosamente el ojiverde—. Venga ya, si en algún momento se da eso, serás el padrino —le palmea el hombro entre risas.

— Ni lo dudaba, les voy a contar como se conocieron sus maravillosos progenitores y... —antes de que pudiese seguir siente como algo, o mejor dicho alguien, toca su hombro.

La pareja de amigos se da vuelta para observar un grupo de chicas que les sonreían a lo grande.

 — Hola Karchez... —saluda una de las mujeres, esbozando una sonrisa tan amplía, mostrando un rostro lleno de emoción— ¿Y... Axo? —cuestiona con confusión, riendo levemente dubitativa.

El chico asiente levemente y de manera tímida, con cierta duda ante si tenía que exponer su identidad ante unas completas desconocidas para él, sin embargo, Karchez capta instantáneamente su incomodidad y parece acaparar la situación hablando con las jóvenes que se habían presentado frente a ellos; las mismas, por respetar al chico, se mantienen lejos de él para entablar una conversación con Carlos y pedirle alguna que otra foto. Una de ellas, por su parte, no parece entender el contexto en el que se hallaban y se aleja del grupo, dirigiéndose a un lado del ojiverde que buscaba mantener cierta distancia por su propia privacidad.

La mirada de la chica tan insistente hace que se diera media vuelta para observarla y sonreírle amablemente, provocando que la misma le devolviera aquél gesto y se acercara en busca de entablar una conversación. Se notaba a lenguas que el alcohol en sangre de la muchacha era evidentemente alto, pues sus pasos en sus altos tacones eran ciertamente torpes y su aura ebria parecía ser imposible de disimular.