00. prologue

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La manera en la que Axozer miraba a Scarlet podía considerarse el amor más puro que un ser humano haya podido experimentar a lo largo de su vida. O bueno, aquella era la definición que cualquiera podría darle luego de observar la escena en la que ambos jóvenes se hallaban. 

El ojiverde jugaba con los mechones dorados de la chica, quien se hallaba entre las piernas de su novio mientras sus manos sostenían un libro de Colleen Hoover, aquella a la que apodaba por si misma como su autora favorita. El día era soleado, o al menos aquella mañana de viernes; la ligera brisa se colaba por el suéter de Scarlet mientras el rubio la abrazaba, buscando brindarle calor corporal con su hoodie oscuro, del cual mantenía en su cabeza el capuz unido a la prenda de vestir para evitar sentir aún más frío en la parte de su nuca. 

El aroma a café recién preparado y a pan tostado, al perfume de su novia y al fresco aire matutino le hacían sentir en casa al chico de ojos verdes; sabía que no podía pedir más que estar con ella toda la vida. Era su sostén, la razón por la que había empezado a interactuar en la plataforma de streaming, su mayor admiración y su compañera de vida.

— ¿En qué tanto piensas, cariño?

La suave voz de la chica, medio somnolienta por ser las nueve de la mañana y hallarse tan a gusto entre los brazos de su novio, con la vista a la ciudad desde el balcón del onceavo piso del apartamento de Madrid, saca al mayor de sus pensamientos y niega con su cabeza ligeramente, esbozando una sonrisa.

— En lo afortunado que soy de tenerte —admite sin pudor.

Scarlet no tarda en alzar su mirada a él, clavando sus océanicos irises celestes sobre los verdes de su pareja, provocándole que imitara su acción y entre sus rosados labios se curve una sonrisa totalmente honesta, de aquellas que Axozer siempre se encargaba de dibujar en su rostro con sus tiernas palabras. Se inclina uniendo sus labios, ligeramente humedecidos, con los del chico, y siente, como si fuera la primera vez, aquella hermosa sensación que le causaba el besar a su novio.

— ¿Te he dicho que eres sumamente adorable, no es cierto?

— Mhg... No —bromea el ojiverde, mientras recibe una mirada de confusión por parte de la chica, a modo de broma—. O bueno, quizá si, pero me gusta que me lo repitas.

Ambos sueltan una risueña risa, con la adolescente negando divertida. — Eso ya es cosa tuya —responde burlona, antes de arrugar su nariz para rozarla con la del rubio, quien esboza una sonrisa y corresponde el gesto.

El sonido de un teléfono móvil interrumpe el etéreo momento que ambos estaban teniendo y un quejido se escapa de los labios de la chica al escuchar su tono de llamada. A regañadientes y escuchando a su pareja reír en lo bajo por la manera, según él, adorable que tenía de refunfuñar, se incorpora cerrando el libro entre sus delicados dedos antes de leer los mensajes recibidos.

— Es Karchez, pregunta en el grupo si vamos a querer jugar un Gartic Phone —anuncia, mientras desbloquea su celular para responderle al chico, en espera de la aprobación de su pareja.

— Hombre, claro. Dile que avise a que hora prende stream, que ahora andamos ocupados —bromea el de lentes, que acomoda el cabello de su novia por detrás de su oreja y observa su perfil detenidamente.

— Venga, dice que a las cinco jugaremos. Así que ya le confirmé que si por ambos —anuncia la blonda, antes de bloquear su móvil y asegurarse de haberlo puesto en silencio para no volver a ser interrumpidos en el mejor momento del día.

Aún con sueño encima, y los rayos del sol pegándole sobre su rostro, cosa que le hacía sentirse aún más adormilada, se recuesta en el pecho de su mayor y deja que aquél le haga mimos en el cabello y parte de su rostro, mientras que por su parte se abrazaba al torso de Axo y cerraba los ojos disfrutando de la compañía del chico.

Hace casi cinco años que se conocían, poco más de tres que habían oficializado como pareja, al igual que cerca de un año que habían decidido mudarse juntos; pero lo extraño de aquello era que nadie sabía acerca de la privada relación de los streamers, a excepción de sus amigos más cercanos, como Karchez, Raptor,  Rubén o Reborn. Todos se habían conocido de la misma manera, online, y sentían que no podían agradecer más al avance de la tecnología por haberles cruzado en el camino de la vida.

A penas eran unos adolescentes cuando se habían encontrado, y a día de hoy, podían considerarse mucho más maduros que lo que solían ser cuando hablaban hasta altas horas de la madrugada por Discord y disfrutaban de jugar videojuegos juntos a la distancia. Scarlet estuvo ahí cuando su novio, en aquél entonces, había pegado al estrellato al fundar el servidor de roleplay, donde habían ingresado diversas y grandes influencias de la plataforma de streaming más reconocida; como Raúl o Jaume. Aún recuerda vivamente aquél día que la llamo casi llorando de emoción cuando su stream había llegado a los sesenta mil espectadores en vivo, y por supuesto que ella había estado tras la pantalla observando cada uno de los logros de su bicolor.

Al pasar el tiempo, sus carreras se juntaron por sí solas cuando Auron decidió llamar a Rubén para jugar una partida de Among Us, el juego del momento, y por su puesto que el castaño llevó consigo a la rubia, con la cual se hallaba en directo. El grupo fue creciendo, cada uno de aquellos streamers le tomó tanto cariño a Anthea como a Axozer que comenzaron a juntarse entre sí, casi todos los días, para hacer partidas de diversos juegos en stream. A día de hoy, ninguno de ellos sabía que ambos blondos eran pareja e incluso residían juntos; pero era un pequeño y simple detalle que trataban de omitir, pues se consideraban bastante reservados.

Hasta que todo se desmoronó por un simple, tan simple, error.

𝘀𝗶𝗺𝗽𝗹𝗲 𝗺𝗶𝘀𝘁𝗮𝗸𝗲 ・axozerWhere stories live. Discover now