19. C L A V E L

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Lo de la electricidad sucedió antes de que pasara lo del enema.

Me sigo encontrando en el jardín del patio delantero de mi casa; pensándome las cosas:

Las incógnitas que tengo sobre Haxel y las ganas de querer descubrir su misterio.

O sus misteriosos padecimientos, mejor dicho.

Aún tengo la flor en mis manos y en ella puedo verlo, es como un juego comparativo: todos conocemos las flores, pero a ciencias cierta pocos saben cómo se crean estos maravillosos seres.

Quizás tenemos un conocimiento científico poco sólido al respecto, pero ¿y si fuera falso?

De todas maneras, conozcamos o no el origen de las flores siempre podemos disfrutar de su olor y de su hermosa presencia.

Haxel puede ser un clavel, quizás haya una explicación lógica a lo que él tiene en su mente, y si llegase a conocer esa explicación puede o no puede ser asertiva, pero de todas maneras podría seguir disfrutándolo.

Pero antes que nada mejor me detengo, por que Haxel puede ser un ser vivo como las flores, pero tiene conciencia.

Y esa conciencia le permite a su persona dejarme o no dejarme seguirlo disfrutando una vez que ya lo he descubierto.

Solo habría una manera de intentar que se quede: convenciéndolo. ¿Sera Haxel alguien fácil de convencer?

¿Alguna vez te ha pasado que sueñas algo y se te hace realidad?

—Y si hablamos de parafilias, existe una variedad de estas.

Natie levantaba su brazo para pedir la palabra. El maestro la queda viendo por encima de sus lentes.

Me encuentro en la primera clase, la de filosofía. Y apenas me puedo creer que esto que está pasando en el salón ya lo he soñado hace unos días.

—Nos haría el favor de mencionarnos algunas, es que el tema de la clase está interesante —le pregunta Natie al profesor, tal cual le preguntó en mis sueños.

Quiero despertar, pero es imposible, por que esto ya no lo estoy soñando.

Haxel se encuentra un metro detrás de mí, me giro para mirarlo. El chico pone el lapicero en su mentón y me mira directamente a los ojos.

Lo siento, Haxel, te voy a volver a fallar, pero esta vez será en contra de mi voluntad.

No creo que sea en contra de tu voluntad, Mara.

¿Por qué?

Por que si no quisieras escuchar te podrías salir del salón de clases antes de que el profesor de filosofía comience a hablar.

Y en efectivo: Haxel tiene razón.

Este es el momento en el que debería salirme, pero hay una chispa de esperanza en mi ser, así que me cruzo de piernas, miro al profesor por encima de mis lentes y con el semblante en alto me quedo a escucharlo.

Puedo seguir siendo la chica a la que Haxel llama promedio, pero eso no me quita la capacidad de desafiarlo.

Por que ese (desafiarlo) es el único camino que encuentro para acabar con esta incertidumbre que me está matando.

Cuando el profe termina de explicarnos todo, el timbre suena, Haxel se levanta primero que todos y sale a toda prisa del salón de clases.

Mi siguiente paso es seguirlo, atravieso el marco de la puerta y veo que se dirige al pasillo de los baños, ese que queda al fondo a la derecha.

Pero, espera Mara, me digo a mí misma. Conozco lo suficiente a Haxel como para deducir que si se ha ido al baño es por que ya sabe que yo lo voy a seguir ahí.

Y él quiere que lo siga hacia ese lugar para despistarme (quien sabe cómo) y luego marcharse a su casa e irse de mi lado por segunda vez.

Entonces es obvio que debo irme a su casa ahora mismo.

Adentro hay un olor al dulce de leche, seguro es el aromatizante. La casa se encuentra ordenada (como siempre) y en la sala hay un proyector encendido.

Me desconcierto cuando miro la imagen -de dicho aparato- reflejada en la pared, es un video que se reproduciría con un solo clic. Pero no me atrevo a pinchar el botón.

No voy a invadir la privacidad de Haxel ni siquiera viendo que la imagen se trata de una mujer y un hombre en pleno acto.

Me siento sobre el sofá que se encuentra frente a la puerta de salida, me arrizo un poco mi ajustada falda de tela azulona y cruzo mis piernas, esperando por él.

Viene minutos después, su expresión se ensombrece seriamente y sé que la razón es por que al fin estoy un paso delante suyo.


H a x e l  ©  [Versión censurada de 361 Grados Completa] Where stories live. Discover now