Never Forget Me - Bruce Wayne

13 𝐌𝐚𝐧𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐖𝐚𝐲𝐧𝐞

Me desperté por un ruido proveniente de mi habitación, eran las cuatro de la madrugada.

Entre al cuarto pero ella no se encontraba en la cama, me dirigí hacia el baño y la encontré vomitando en el hignodoro, me agache hacia ella y le sujete el cabello mientras palmeaba su espalda en señal de consuelo. Cuando acabó se levantó y se lavo la boca.

- lo siento, no era mi intención levantarte -

- no hay problema, ven será mejor que descanses - y la guíe hacia la cama.

- bruce -

- si?

- ... Descansa - sabía que no era lo que me quería decir, pero no la precionaria así que me fui.

No me dormí, solo espere lo necesario para estar seguro de que se había dormido.

Cuando lo creí conveniente, entre a la habitación. Ya estaba completamente dormida. Se veía tan tranquila, su respiración lenta y silenciosa. Podía notar gracias a la poca luz que emitía la luna, sus pecas y largas pestañas, sus labios. No pude evitarlo y puse un mechón de cabello hacia atrás para poder admirar su rostro. No merecía que la estuviera evitando. Aunque quisiera, ya no podía separarme de ella.

𝐏𝐎𝐕: 𝐄𝐌𝐈𝐋𝐘

Me desperté gracias a la luz que entraba por el ventanal. Vi una habitación diferente a la mía. Entonces recordé todo lo que sucedió anoche. Estaba en la casa de bruce, la cual con solo ver el cuarto, sabía que era grande y lujosa.
Entre al baño y era un completo desastre. Después de arreglarme un poco y cambiarme, salí y baje por unas escaleras. No sabía a dónde ir haci que me dirigí a lo que parecía ser la cocina. Mala decisión. Encontré a alguien ahí, que para mí mala suerte no era bruce, si no un señor mayor.

- Quién es usted? - cuestionó algo sorprendido.

- yo...

- ella es emily Alfred, trabaja conmigo - apareció bruce atrás mío. Con que el era Alfred.

- oh lo siento joven bruce, discúlpeme señorita emily

- no se preocupe - dije algo incómoda y apenada.

- tiene hambre? El desayuno está listo.

- no gracias, de hecho ya me iba pero no encontraba la salida.

- ven a desayunar antes emily - pidió bruce y me tomo de la mano para llevarme a un comedor. Me extendió una silla y yo me senté; el hizo lo mismo a mi lado.

- tomen, espero y les gusté - Alfred nos dejo el desayuno a cada uno.

- gracias - este asintió y se fue dejándonos solos.

- como va la herida? - señaló esta

- sigue doliendo pero ya mejor - sonreí - ... como supiste que estaba ahí?

- dónde? - voltio a verme

- en el bar

- caminaba por ahí y te vi - solo así? Que casualidad - ¿porque estabas con ese hombre? - cuestióno mirándome serio, con voz firme y gruesa.

- lo conocí hay mismo

- y porque aceptaste ir con él? - dijo molesto. Yo ya había dejado de comer.