El hermoso hombre frente a mí, está completamente desnudo, bueno lleva puesto el casco, las botas de trabajo y en la punta de su polla (completamente erguida) un listón rojo atado como si fuera un regalo.

Mi regalo.

Dios, él se ve como la fantasía más caliente de toda mi vida.

Un extraño hormigueo recorre mi columna y va a dar en mi polla, quiero saltar de la cama y correr hacia él, pero su voz dominante me detiene en seco.

—¡No te atrevas a romper esa imagen! —dice y entonces soy consciente de la posición en la que me ha pillado. Estoy de lado, sosteniéndome en un codo, y con el trasero levantado... listo para recibir su deliciosa polla.

Sonrío de lado y entonces la distancia entre nosotros se acorta de inmediato. Off camina hasta su lado de la cama, se quita el casco, descalza sus pies y sus grandes —y callosas— manos acarician los míos. Entonces sus labios húmedos aterrizan en ellos, dejando besos que van deslizándose a lo largo de mis piernas, recorriendo cada parte con total libertad, la misma que tiene por ser dueño de mi cuerpo, de todo... de mí. Su lengua entra en acción, entonces, cuando llega a mis nalgas y se entretiene un poco más allí, hasta quedar saciado tras haber lamido, chupado y mordisqueado a su antojo la piel, dejando marcas por todos lados. No puedo sostenerme más en esta posición, así que dejo que mi pecho toque las sábanas de seda y me desparramo con la cabeza ladeada, dejando que mi amado bombero haga conmigo lo que se le antoje.

»No queda parte de mi espalda sin ser invadida por sus caricias y besos y cuando llega a mis hombros, yo ya estoy gimiendo porque necesito desesperadamente girarme y recibir el mismo trato en el frente. Off me toma por los hombros y me gira lentamente, entonces mis manos capturan su cuello, enlazándose fuertemente. Las suyas se anclan a cada lado de mi cabeza y nuestras bocas colisionan armando un delicioso lío caliente y húmedo. Un sonoro gemido escapa de su boca cuando mi lengua aventurera reclama su garganta y lo siguiente que se, es que ahora yo me encuentro sobre él, gimiendo por lo bien que se siente ser besado por el hombre que amo.

Las manos traviesas de mi bombero se alojan en la curva de mi trasero, apretándolo deliciosamente y causando que mi polla se empuje contra su abdomen, y es cuando decido por fin hablar:

—Me hiciste falta —susurro sin aliento al cortar el beso y acomodarme entre su hombro y cuello.

Off frota su nariz contra mi mejilla, olisqueando gratamente mi aroma.

—Me encanta como hueles —dice— No imaginas cuanto te extraño cada minuto del día... Te necesito —susurra suplicante contra mi oreja.

Beso su cuello y mordisqueo su barbilla, mientras mi mano se aventura hacia el sur, buscando su gruesa y dura erección, cuando la encuentro, cierro mis dedos alrededor de ella y le miro a los ojos cuando siento la tela del listón que lleva atado.

—¿Puedo? —pregunto, apretando un poquito y robándole un gemido ronco y necesitado.

—Joder, Gun ¿Cómo me preguntas eso? —Sonrío— ¡Ya deberías estar ahí cariño, no ves que me estás volviendo loco!

—Eres tan hermoso, cuando estás cachondo, Off. —Le beso el pecho— Tan... —beso su pezón— pero tan... —chupo el otro—... hermoso.

Desde mi posición, miro hacia arriba y observo como se muerde el labio inferior, mi mano aun no suelta su polla, esta imagen es tan malditamente sexy.

Sigo descendiendo sin dejar de besarlo y finalmente me acomodo entre sus piernas. Dejo un beso en la punta de su polla, justo en la pequeña grieta de la cual está exudando un líquido cristalino y el tararea necesitado, pero feliz.

Fuego en el corazón - OffGun 🔥 (+18) - HP8Where stories live. Discover now