Sus labios degustaron los míos con pasión infinita, llevándome a ver las estrellas. Su boca era adictiva y perfecta. Sus besos fueron repartidos por mis mejillas y luego fueron bajando por mi cuello, humedeciéndolo y haciendo que la piel se me pusiera chinita.

Mis manos se enredaron en sus suaves cabellos y mientras que las suyas continuaban en su tarea, yo no podía contener suaves jadeos que escapan por mi boca. Era tan delicado conmigo, su tacto era tan suave que no hacía otra cosa que estremecerme. Nunca nadie me había tocado de esa manera, como si le importara.

Dios... Off era perfecto.

No pude evitar soltar un grito ahogado cuando tres de sus dedos en mi interior tocaron ese punto que me hacía delirar de placer.

—Ohh Gun...

—Por favor Off... por favor —pedí— te necesito dentro de mí o voy a correrme antes de empezar. —era vital tenerlo dentro, lo más unido a mí que fuera posible.

—Está bien, —respondió.

Se colocó un preservativo de manera apresurada y luego se posicionó entre mis piernas, deteniéndose un breve momento a observarme...

—Esta es la imagen más bella que pude imaginar ver —dijo y me sonrió.

Sus ojos brillaban y el suave sonrojo en sus mejillas lo hacían lucir tan dócil, sus labios hinchados a causa de los besos, estaban rojos también y tenía razón, para mi también era una imagen bastante hermosa y erótica.

Off posicionó su erección contra mi entrada y empezó a dar suaves embestidas adentrándose en ese refugio que anhelaba contenerlo. Cuando la cabeza de su polla entró en mi interior, mi espalda se arqueó y no pude evitar un gemido ronco. Tenía una sensación un poco dolorosa, pero eso solo un recordatorio de lo especialmente dotado que estaba mi hermoso bombero.

—Falta poco —susurró entre dientes, tratando quizá de controlarse para no entrar de golpe con una sola estocada. No me hubiera molestado, pero que fuera tan cuidadoso me llenaba el corazón de un sentimiento que no podía explicar. —dejó escapar un suspiro y vi como su frente estaba perlada por el sudor.

Ambos nos estremecimos y nos quedamos quietos por un instante, tratando de acostumbrarnos a las mil sensaciones que nos invadían en ese momento. Porque estaba seguro que no sólo yo estaba sintiendo esa apabullante conmoción dentro de mí.

Inexplicablemente, en ese momento una lágrima escapó y rodó por mi mejilla.

—¿Te estoy lastimando, cariño? —dijo dulcemente, deteniendo todo movimiento.

—No. Es solo que esto se siente tan bien, tan correcto y cálido. Siento que pertenezco aquí...

—Lo haces. Así como yo te perteneceré a ti, solamente a ti a partir de este momento... No —se corrigió— desde que te conocí.

Apenas terminó de decirlo, fui yo quien movió las caderas causando que fuera él quien gimiera.

—Oh... joder, esto se siente tan bien —dije cuando por fin Off empezó a mecer sus caderas a ritmo lento pero profundo.

Todo dejó de existir alrededor, cuando su polla terminó de perderse profundamente en mi interior y mi hermoso bombero empezó a moverse suavemente, cogiendo un ritmo acompasado que me hacía sentir de maravilla...

—Se siente tan apretado y cálido. —susurró contra mis labios y sentí un tirón en mi polla.

Iba a rodearla con mi mano, pero él no me lo permitió. A cambio comenzó a moverse más rápido en mi interior, y fue él quien se apoderó de mi dolorida polla erecta, masajeándola al ritmo de sus embestidas, arrastrándome más cerca del orgasmo.

Todo parecía un sueño para mí, y si realmente estaba soñando no quería despertar nunca más.

No dejábamos de besarnos mientras nuestros cuerpos ardían de pasión y de placer.

El primero en llegar al orgasmo fui yo, debido a los golpes en mi próstata y la atención de su mano en mi polla. No pude más que gritar su nombre mientras apretaba mi esfínter y sentía como ardían mis paredes internas con su polla rozando todas las terminaciones nerviosas, eso lo dejó sin aliento y apenas un par de estocadas después, se corrió en mi interior.

Con la mirada borrosa, sintiéndome demasiado aturdido, cerré los ojos un instante y al abrirlos vi como Off se dejaba caer sobre mí. Igual de extasiado y satisfecho que yo.

Nos quedamos en esa posición por varios minutos, simplemente escuchando nuestras respiraciones agitadas y el apabullante latir de nuestros corazones.

Off gimió contra mi boca, cuando mis dedos se colaron entre sus cabellos, y la punta de mi lengua rozó apenas sus labios. Su polla vibró dentro de mí, causando que mis caderas fueran hacia arriba en busca de fricción. Me estremecí y solté un jadeo necesitado al sentir que la punta de su polla dio un empujón. No tenía idea de lo que estaba sucediendo, pero un par de segundos después volvimos a tener una nueva ronda y ya tenía su polla golpeando mi próstata, haciendo que mi cuerpo entrara en combustión espontánea, mi piel ardía y el deseo parecía emanar de mi interior, lo sentía por todos lados... Nada más importaba, nos quedamos encapsulados en ese lugar y tiempo, lo que sucedía fuera de esas paredes importaba poco, repetimos una y otra vez durante toda la noche gimiendo el nombre del otro cada vez que un nuevo orgasmo nos alcanzaba.

»Para cuando me di cuenta, el sol empezaba a colarse por la ventana de la habitación. Estábamos envueltos entre sábanas —acostados de lado— Off detrás de mí, envolviéndome con sus brazos protectores y cálidos, con su mentón apoyado en mi cuello, respirándome en la mejilla y haciéndome cosquillas. Me giré lentamente para poder verlo directamente y cuando sus ojos se fueron abriendo, mi corazón empezó a latir rápidamente, las comisuras de sus labios fueron levantándose, formando una dulce sonrisa y su nariz se acercó a la mía.

—Quiere salir corriendo —dijo refiriéndose a mi corazón, estaba seguro de eso, porque hasta yo podía sentirlo y escucharlo.

Una pequeña sonrisa tiró de mis labios y él me abrazó más fuerte atrayéndome más cerca. Estaba asustado, no podía creer la suerte que tenía de haber conseguido que Off se enamorara de mí, pero suponía que era cosa del destino. Cerca de él lo único que sentía era fuego en mis entrañas, fuego en cada parte de mi cuerpo que él tocaba y fuego en el corazón, un fuego que estaba seguro nunca podría extinguirse porque el hombre que había gemido mi nombre, durante toda la noche mientras acariciaba mi interior con su polla se encargaría de avivarlo día con día.

Y eso... eso era lo único que yo necesitaba para ser feliz.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Fuego en el corazón - OffGun 🔥 (+18) - HP8Where stories live. Discover now